Estuvimos un grupo de amigos un fin de semana en esta casa y estuvo genial. La casa es bonita, bien cuidada, amplia y con muchos detalles. Tiene un gran jardín para disfrutar sin miedo de molestar a los vecinos y las vistas al pueblo son espectáculares. Además, está cerquita del pueblo con lo que es muy cómodo si tienes que acercarte para comprar alguna cosilla. Por último, Carmelo, el propietario, fue muy amable dejándonos varias garrafas de agua ( el agua no es potable), bombonas y un detalle de bienvenida. En definitiva, nos ha encantado.