Merece la pena acercarse a este pueblito encantador y alojarse en Casa Antolina, un lugar en el que rezuma el buen gusto y la enorme amabilidad de su dueña Marian y su ayudante Rita. Se nota el cariño con el que se ha reformado esta hermosa casa familiar para dar un servicio de lo más agradable al viajero. La casa tiene un precioso patio con limoneros.
Muy recomendable!
Muy recomendable!