Para descanso que es como fuimos perfecto por situación a las afueras del pueblo en la ladera del monte la verdad que muy relajante a la vez que estimulante para los niños con su pequeña piscina donde refrescarse y jugar con ellos por muchas horas. A la vez andando un poco llegas enseguida a una piscina natural en un arroyo de la montaña que baja con aguas heladas y buenisimas. Conclusión una estancia más que satisfactoria para toda la familia.