Hemos estado en enero. La casa grande, cómoda y muy acogedora, con todo lo que puedas necesitar para pasar unos días tranquilos paseando por las diferentes rutas que parten desde la misma casa, sabiendo que a la vuelta te espera una gran chiminea para contemplar el fuego o si eres un "cocinillas" una cocina muy bien equipada donde lucirte. Resumiendo una casa rural como hay pocas. Volveremos y espero que pronto.