Yo destacaría la cantidad y calidad de los detalles de la propietaria y la decoración. Os cuento: lazos de hojaldre a la llegada, 2 bolsas de patatas de la propia familia, agricultora, tortilla de patata echa por la propietaria traída el sábado por la tarde, mmm .... deliciosa!!, nueces, es la temporada... y sobre la decoración, todo a mimo! todo ello hace que sientas que estás en tu propia casa. Pasamos mucho tiempo en el merendero, teníamos leña de sobra, no como en otras casa que tienes que estar a pedir porque dejan poco... Fuimos al museo de la evolución humana, burgos está a 30 minutos en coche y otro día recorrimos pueblos de alrededor con mucho encanto. Muy recomendable !!!