Estuvimos en la casa unas amigas el fin de semana pasado. Nos animamos a participar en una competición de bicis , ya habíamos estado allí hace año y medio , y como nos encantó repetimos . Eugenio como siempre muy atento y como la otra vez nos permitió quedarnos en la casa hasta después de comer , que por cierto , nos "zampamos" por 6 euros una olla podrida que preparó la organización de la carrera. Estamos de suerte las veces que hemos venido porque el ambiente en Burgos es fenomenal y aunque lo cultural no lo aprovechamos mucho, siempre queda un hueco ( estuvimos en el museo de la evolución , la cartuja y en el monasterio de Cardeña.) . Ah ! la casa muy bonita y acogedora , y lo curioso las barbacoas portátiles que al principio nos extrañó el cocinar en la explanada de la casa junto al banco ,pero con las recomendaciones de Eugenio las morcillas , la panceta y los choricillos estaban de aupa. Seguro que repetimos nos viene muy bien la distancia para las de Madrid y Donosti.