Totalmente recomendable. La casa cuenta con todo lo necesario, muy cómoda y bonita. Tiene un jardín precioso compartido con la casa de al lado pero, al estar separado por una valla, otorga suficiente intimidad. El pueblo es muy bonito y la gente muy amable. Ideal para hacer senderismo y muy cerca de Burgos. La dueña de la casa, Begoña, encantadora, pone todas las facilidades para hacer la estancia super agradable. Y lo mejor de todo es que los perros son bienvenidos sin importar tamaño ni raza. Y la limpieza un 10. Volveremos sin dudarlo, los niños, los perros y nosotros disfrutamos un montón.