Excelente experiencia. Tras unos años sin visitar Burgos decidí volver a alojarme en esta casa y noté un notorio cambio que me impresionó positivamente. A escasos 10 km de Burgos se encuentra la casa, muy bien equipada y decorada. Entro los puntos fuertes que más valoré fue que aceptaban mascotas, un patio amplio y luminoso, cortinas antimosquitos/antimoscas y la cercanía a los distintos atractivos turísticos que tiene Burgos y alrededores. Por último pero no menos importante, destaco el trato amable y cordial que recibimos por parte de la dueña, Begoña Parra.