El sitio es de cuentos y Filipa es la mejor anfitriona que puedas encontrar, en una época donde la atención al cliente es siempre menos profesional, te encuentras con una persona que sabe exactamente lo que hace, las nuevas medidas covid-19 no impiden de disfrutar de todas las instalaciones, al contrario si bien organizado es mejor, Las casas son una maravilla (Filipa ha sido tan amable de enseñárnoslas todas) las vistas a los viñedos son de peli y el entorno natural da para mucho, paseos, bici, deporte al aire libre, recolecta de especias y hierbas, aconsejadisimo! segunda vez que voy y habrán muchas más!