Hemos estado la familia 4 dias en la casa. Es un placer levantarse oyendo los pájaros. El entorno es precioso. La casa muy cómoda. Un buen sofá, buenos colchones, chimenéa. Cada dormitorio con su baño. Desayunar en el porche viendo la finca es un placer. Descanso total. Y con la piscina que están construyendo va a ser una casa total. Y encima el dueño Antonio tuvo el detalle de invitarnos a desayunar el último día. Muchas gracias Susana y Antonio. Volveremos