Hemos estado en Agosto, somos una pareja y dos perros. Nos hemos relajado y hemos descansado que era a lo que íbamos. Los perros han disfrutado porque alrededor hay mucho campo y han podido correr mucho. Las noches en el porche haciendo barbacoa era lo mejor. Por las noches refresca y eso se agradece ya que en Madrid hace mucho calor. David muy servicial y todo correcto. Volveremos!