He estado con mis padres y mis hijos. Algunos escalones que tiene la casa no aparecen en las fotos, pero una vez mis padres se acostumbraron no hubo problema. La casa tiene todo lo que se necesita, la cocina es muy chiquitita, pero suficiente. Eché de menos una lavadora. Tiene un espacio de barbacoa y una parcela que se disfruta mucho, muy espaciosa. La gran diferencia respecto a otras experiencias que he tenido la marcan sus dueños, son amabilísimos y encantadores. Creo que hemos iniciado una relación de amistad con su familia. La experiencia ha sido muy grata, volvería con los ojos cerrados, sobre todo por las personas que allí viven y gestionan la casa. Un beso para Emilia y su familia.