Casa muy recomendable. Decorada con mucho estilo, muy bonita, pero a la vez muy práctica. Por supuesto, la bodega es una pasada para las reuniones pero lo que hemos disfrutado muchísimo es la terraza con esas vistas tan impresionantes a la sierra de Gredos (empezábamos el día allí antes de realizar las millones de actividades que muy diligentemente nos preparó el dueño). Luego, las veladas en la bodega: inolvidables.