Pasamos unos días estupendos en Semana Santa, lluvia incluida, con nuestras dos perras y nuestras dos gatas, que disfrutaron de lo lindo. El entorno es precioso y la casa perfectamente equipada. Fernando es una persona muy agradable y disponible para cualquier cosa que nos hiciese falta. Huevos de gallinas felices, patatas y cebolla de la huerta y vino de cosecha propia para rematar ¿qué mejor recibimiento?