Hemos estado unos días inolvidables en esta estupenda casa rural, limpia como la patena, después de muchos años viajando ha sido L a primera voz que hemos utilizado los platos, sartenes y cubiertos de una casa, que decir de Rosi y Toño, anfitriones de 15, muy familiares, nos hicieron sentir como parte de su familia se preocupaban de todo pequeño detalle, la casa muy silenciosa y espaciosa, el patio trasero lo mejor, muy especial para nuestra perra Zoe, lo hemos disfrutado muchiiisimo, los desayunos viendo naturaleza por todas partes, y las noches con la manita fina y el cubrecamas, ahora en Madrid se añoran más, nos hemos enamorado de la zona, a 25 - 30 minutos de los sitios más emblemáticos, Gijon, Oviedo, Cangas de Onís, Ribadesella,, Rosa gracias mil por hacernos sentir queridos, volveremos pronto!!