La casa muy agradable, lo mejor es que cada una de las habitaciones tiene su propio baño y televisión. Si el tiempo acompaña, dispone de barbacoa al lado del rio, con mesas y sillas para 8 personas. El anfitrión, Julio, sencillamente maravilloso, siempre dispuesto a ayudar y darnos los mejores consejo sobre qué visitar, donde comer, etc. Hemos pasado una semana fantástica