Lugar muy adecuado para desconectar y estar en plena naturaleza.
La casa tiene, prácticamente, todo lo necesario, poco o nada se puede echar de menos.
La atención de Elena, su propietaria, magnífica.
Lo dicho, si quieres tranquilidad, paz y sosiego es lo adecuado; si quieres bullicio, ni te asomes.
Un entorno maravilloso para una casa que nos decepcionó. Carencia total de productos del hogar ni jabón de manos ni leña ni papel de cocina etc. Una larga lista. Lo peor, como llovió mucho, entraba agua por el velux de encima de la cama..(la cama por cierto era muy muy confortable). La respuesta de la dueña no fue positiva, dió excusas y nos hizo un descuento mínimo. Luego nos dijo que nos reintegraría la estancia pero no lo ha hecho.
Tampoco encontramos que se aplicaran medidas de seguridad Covid.
Disfrutamos del paisaje y de la paz, a pesar de que estuvimos a punto de dormir con un colchón mojado en el suelo. Resumen, muy poca correspondencia calidad- precio. Pagamos por las vistas, no por un buen servicio. Una pena. 28 años de turismo rural y es la primera vez que nos pasa algo así.
Desgraciadamente con el tema de la cuarentena por el corona virus, no hemos podido disfrutar de esta maravillosa casa y sus alrededores,pero Elena nos devolvió la reserva en el momento que ya se vio que no podríamos ir,y el contacto desde el momento de la reserva hasta ahora ha sido perfecto y amable,sin duda es un alojamiento pendiente a visitar e iremos en cuanto podamos.
Gracias
Una casa preciosa, muy agradable y acogedora. El jardín y las vistas espléndidas. El lugar perdido en la montaña para descansar con mucha tranquilidad y, a la vez muy cerca de cualquier lugar o playa si se prefiere moverse. Elena muy simpática y agradable.
Un sitio estupendo para pasar con la pareja, unas vistas privilegiadas. Muy bien todo, Elena se encarga de que no falte de nada, y cerca del pueblo de llanes donde se come bien y se compra embutido a buen precio.
Hemos estado mi mujer, yo y el perrito del 7 al 13 de Julio. Solo puedo decir que todo perfecto. La casa muy confortable, el entorno ideal para quienes quieran descansar y desconectar de la ciudad y Elena muy amable. Gracias por todo.
5 días geniales de descanso en el espectacular valle de Rabiaos. La casa es una maravilla a la que no le falta detalle, goza de unas vistas insuperables de la zona. La situación es privilegiada: rodeada de plena naturaleza y silencio, a 15 minutos del pueblo de Posada para realizar todo tipo de compras y a 20 de algunas playas preciosas. Lo mejor de nuestra experiencia, la hospitalidad de Elena y Julio y haber encontrado en ellos a nuevos amigos asturianos!
La casa tiene, prácticamente, todo lo necesario, poco o nada se puede echar de menos.
La atención de Elena, su propietaria, magnífica.
Lo dicho, si quieres tranquilidad, paz y sosiego es lo adecuado; si quieres bullicio, ni te asomes.