Pasamos 2 semanas durante un verano en familia. Un sitio increíble, la casa tiene todas las necesidades. La decoración tiene cada pequeño detalle rural y con encanto. El entorno es como un cuento y la comodidad y buen comer del restaurante los Enebros a pie de calle no tiene precio. Los dueños Desi y Maribel , nos hicieron sentir como en casa. Volveremos pronto.