Pasé una noche como peregrino del Camino de Santiago, al estar el albergue cerrado. El trato fué excelente, gracias a Yolanda y Arturo, que me dieron todo tipo de información. La casa decorada con gusto y limpia, dormí como un tronco porque el silencio fué total. La relación calidad/precio, muy buena. Totalmente recomendable.