Casa Chocolat

Raquel es una anfitriona excepcional, ha cuidado hasta el más mínimo detalle en la casa, nos ha encantado la decoración, la iluminación, la cocina es una belleza y bastante funcional, me encantó el poder preparar el desayuno y tener la visibilidad de mi hijo y mi marido, sin perderme nada, la iluminación es fantástica, nos encantó el regalito de bienvenida, ha sido algo que no esperaba y nos ha enamorado a mi y a mi marido, hemos pasamos una estancia genial, las Salinas de Imón y Sigüenza está muy cerca de la casa, al lado hay un hotel en el cual pudimos cenar y luego en Sigüenza hay muchas opciones para comer o cenar, dar un pase, sin duda alguna volveremos, es un lugar encantador para desconectar.