Cerca de la Sierra de Gredos se encuentra esta provincia castellano-leonesa, rica en murallas, iglesias y palacios renacentistas. Por supuesto, lo que caracteriza a su provincia es la ciudad de Ávila, cuyo símbolo es la muralla de dos kilómetros y medio de perímetro, que a su vez, alberga torres, puertas y portillos conservados de manera excelente.

Fuera del recinto amurallado, se encuentra el monasterio de la Encarnación, erigido en el siglo XVI y donde Santa Teresa vivió como religiosa durante más de 20 años. En él merece la pena detenerse en los lugares frecuentados por la escritora, como su celda o la capilla de la Transverberación, y por supuesto degustar las conocidas Yemas de Santa Teresa.

Sea cual sea la época del año que se elija para visitar la provincia, os aseguran un hospedaje ideal en los diferentes hotel boutique y las casas rurales en Ávila. Con todos los servicios necesarios, la piscina para el verano y el jacuzzi o spa para cualquier época, estarán a vuestra disposición. Entre las opciones disponibles también se encuentra el parador de Ávila para hacer una escapada diferente.

Por algo Ávila es una de las provincias interiores españolas más ricas en ecosistemas con una gran cultura gastronómica donde podrás probar sabrosos productos como el chuletón de Ávila, los torreznos, el cochinillo asado, las judías del Barco de Ávila, la sopa de ajo castellana o las patatas a la riojana de Candeleda.

Existe una variada oferta de hoteles con encanto que te trasladarán a una época en la que las princesas y los cuentos de hadas, con los castillos y palacios renacentistas, siguen existiendo.