A lo largo de la historia, Alicante ha acogido en su tierra a decenas de nobles que han hecho de la ciudad un lugar privilegiado en cuanto a edificios y residencias de sus antiguos pobladores. Elegancia y estilo son probablemente los dos adjetivos que mejor definan las construcciones que alegran y distinguen las calles de toda la provincia. Y es que son muchos los viajeros que apuestan por hoteles con encanto en la Comunidad Valenciana para pasar unos días de vacaciones.

Cada año millones de turistas la eligen como destino para pasar unos días de descanso a la vez que disfrutan de un lugar con carácter y personalidad en hoteles de múltiples tipologías, desde románticos hasta hoteles rurales o en la montaña, pasando por los que disponen de jacuzzi o incluso spa, algunos de ellos incluso en la misma habitación. Los museos y centros culturales que se reparten por toda la provincia le dan un toque intelectual. Pero sin duda, el principal atractivo está en la costa. El mar mediterráneo baña las tierras alicantinas, aguas que cada verano rebajan las altas temperaturas que suelen acompañar a la Costa Blanca; el lugar ideal en el que disfrutar de casas rurales en Alicante para descansar con la tranquilidad que aporta tener el mar a poca distancia.

Los cientos de restaurantes que se reparten por todo el territorio alicantino muestran la excelencia de la gastronomía de la zona. Platos que no solo conquistan los paladares de los habitantes, sino de los turistas que elijen como destino la provincia. Los paradores son un lugar ideal para descansar y disfrutar de unos platos, excelentes. 

A pesar de la creencia generalizada de que Alicante es un lugar idóneo para el descanso, ambientado por el sol y la playa, también esconde rincones únicos que sorprenden a sus múltiples visitantes. Desconocida es la Isla de Tabarca, la única que aún permanece habitada no solo de Alicante, sino de toda la Comunidad Valenciana. Se encuentra cerca de Santa Pola, y tiene unas dimensiones muy pequeñas, pero suficientes para estar ocupada.

Seis playas de la provincia cuentan con la Q de Calidad Turística, lo que las convierte en una de las mejores de toda la costa española.