Visita Canarias a través de sus volcanes

Aunque permanecen dormidos durante siglos, los volcanes son siempre símbolo de atracción de las islas. Y cada vez despiertan más la atención de los viajeros, sobre todo del archipiélago canario. Aunque quién no sepa frente a qué se encuentra, pudiera confundirlo con una montaña, lo que es cierto es que detrás de esa falsa apariencia, está el origen de las islas, un volcán de fuerza que lleva millones de años dormidos.

Lanzarote es la mejor isla para ver los volcanes de cerca. La última erupción de la isla fue en 1824, dando como resultado tres nuevos cráteres: Tao, Tiguatón y Nuevo. No obstante, las erupciones que se produjeron anteriormente, en el siglo XVIII impresionaron a muchos quedando así descritas por el párroco de Yaiza en algunos documentos: “la tierra se abrió de pronto cerca de Yaiza. La masa de lava llegó y destruyó en un instante los lugares de Maretas y Santa Catalina. La lava siguió corriendo seis días seguidos con un ruido espantoso y formando verdaderas cataratas.  Se vio elevarse una inmensa montaña que el mismo día se hundió en su propio cráter con un ruido espantoso y cubrió la isla de cenizas y piedras”. Ahora, dormidos, se convierten fuente de atracción para quienes eligen la visita durante unos días de vacaciones.

 

Destacable es por ejemplo uno de los itinerarios más interesantes de Lanzarote. Es el de las Montañas de Fuego. Aunque aparentemente parece completamente dormido, lo que es cierto es que todavía sigue activo, calentando con su fuego, el interior. Los lugareños hacen una demostración a los visitantes, mostrándoles cómo el agua fría que se vierte en el interior de la tierra, sale al exterior convertida en vapor.

Uno de los aspectos que más sorprende a los turistas es la tonalidad del paisaje. Piedras y toneladas de tierra completamente negras no hacen más que recordar el origen volcánico de estas islas que emergieron hace 23 millones de años.

Fuerteventura también ofrece la posibilidad de disfrutar una excursión inolvidable. A través de un gran jameo se puede acceder al interior de un tubo volcánico, introduciéndonos así en la Cueva del Llano, en La Oliva, de grandes dimensiones y donde aún se puede sentir el latido del interior terrestre.

Pero si eliges Tenerife, también podrás participar de este tipo de turismo desconocido. La Cueva del Viento (Tenerife Norte) es el quinto mayor tubo volcánico del mundo. Dispone de 17 kilómetros, y los visitantes pueden apuntarse a una excursión de 45 minutos contemplando los mejores paisajes volcánicos interiores.

 

Sin duda es un nuevo tipo de turismo desconocido que no hace más que sorprender a quienes quieren probar cosas diferentes.