Vinos espumosos

Los vinos espumosos son estos días los reyes de la fiesta, bien para tomar un aperitivo, para acompañar la comida o para hacer uno de los brindis que estos días surgiran durante las celebraciones. Son el resultado de una segunda fermentación que puede ser en botella, añadiendo azúcar o cerrando la cuba de fermentación antes de que esta haya terminado. Las diferentes formas de producción y las uvas con las que se elaboran los hace únicos. Te dejamos unos cuantos datos para que estas fiestas demuestres que sabes del «vino de fiesta» por excelencia: el espumoso.
Los vinos espumosos pueden ser elaborados a partir de distintos tipos de uva. Pero las más ulilizadas son la Chardonnay, Pinot Meunier y Pinot Noir, estas dos última tienen la caracterísitca de que la uva es tinta con la pulpa blanca.
El resultado es un vino con burbuja que puede ser blanco, rosado o tinto. Según se produce la gasificación podemos encontrar tres tipos. El tradicional o Champenoise el vino, una vez embotellado, se somete a una segunda fermentación, este es el caso del champán y se considera el de mayor calidad. En el caso del Chamarmat o Granvas la segunda fermentación del caldo se realiza en tanques y posteriormente se embotella. Por último el gasificado por el cual se inyecta directamente el gas en el vino de manera artificial. Este proceso resulta mucho más económico, las burbujas son más gruesas y se encuentran menos integradas.
En función del azúcar que contengan puede ser «Brut Nature», que no tienen azúcares añadidos; «Extra Brut», qe tendría hasta 6 gramos por cada litro; «Brut», que contendría un máximo de 12 gramos; «Seco», de 17 a 35 gramos; «Semi Seco», de 35 a 50 gramos por litro o «Dulce», el cual contiene más de 50 gramos de azúcares añadidos.

En España tenemos diferentes vinos espumosos

El Cava Español: Fundamentalmente elaborado en Cataluña, es fácil de acompañar con cualquier manjar y puede ser tomado con los entrantes o en el postre para brindar. El Xamprada del Bierzo, que cada vez toma mayor popularidad y se puede encontrar desde rosado hasta blanco y con diferentes grados de dulzor. En Valladolid, tierra de grandes caldos encontramos El Rueda espumoso y el Peñascal Rosado Aguja. El Cueva de Villanueva de Alcardete de Toledo es un vino elaborado de manera tradicional, con una burbuja fina y persistente, es de aroma afrutado y limpio. Por último el Rías Baixas espumoso de Pontevedra, muy apetecible para acompañar cualquier pescado o marisco.
Una buena comida acompañada por el vino adecuado pasa a ser una excelente ocasión difícil de olvidar. Es importante jugar con el maridaje entre la comida y el caldo con la que la acompañamos, por eso es muy aconsejable informarse de las carácterísticas que tiene el vino que vayamos a servir en nuestras comidas familiares. Y para ser originales y darles un poquito de vida a estos días de fiesta, nosotros os aconsejamos que os inclinéis por un espumoso.