Vacaciones enriquecedoras para niños curiosos y padres atrevidos

24 Jun 2013 Jennifer García Sin Comentarios

Todos tenemos niños a nuestro alrededor. Vecinos, hijos o en este caso una sobrina a la que el verano llena de energía. Con las vacaciones dicen eso de adiós al colegio hasta septiembre – hola días sin hacer nada. Las tareas que mandan los profesores les mantendrán entretenidos durante unas semanas, pero cuando las terminen no querrán hacer otra cosa que jugar. Y si sus padres no pueden quedarse con ellos durante el día, ¿quién se hace cargo? La tía. Después de muchos veranos con ella, se me han acabado las ideas de cómo divertirnos. Por eso este año quiero jugar a algo diferente.

Niños en la playa

Pensé que a lo largo de toda nuestra geografía existían centenares de localidades que por ser testigo de batallas bélicas, anfitrionas de grandes momentos históricos o contar entre sus ciudadanos con personajes ilustres y artistas reconocidos internacionalmente, llaman la atención de centenares de turistas. ¿Por qué no hacerlo también con mi sobrina? Hablé con mi hermana y ambas decidimos prepararle unas vacaciones fuera de lo común. Elegimos como alojamiento un hotel construido sobre edificios reales, con mobiliario noble y centenares de leyendas y episodios vividos en su interior.

Semanas antes procuraremos inculcarle el gusto por lo histórico, que comprenda el valor que tiene aquello que va a visitar y lo que ese municipio o edificio en concreto ha supuesto para el devenir del país. Navegar entre los libros por nuestros antepasados será una aventura única entre tú y tus hijos, tus sobrinos, tus primos, sólo superada por el hecho de caminar a través de esa tierra que una vez fue protagonista de acontecimientos inolvidables.

Las vacaciones son un momento para descansar y conocer lugares desconocidos hasta la fecha. Pero también una oportunidad única de visitar y descubrir el encanto que nuestros pueblos y ciudades tienen. Los niños son eso, niños, los seres humanos más curiosos del mundo. Y este verano quiero saciar su deseo de saber más de una forma atractiva y divertida, llegando a convertir a la niña en una investigadora más, que sea ella quién me cuente a mi cosas que desconozco y que una vez llegados al destino, me guíe por los sitios más emblemáticos.

Alojados en un hotel pensado para la estancia de niños, esta aventura será una oportunidad única para enseñar a mi sobrina el valor de la cultura de forma que apenas se dé cuenta. Porque cuando los niños aún tienen diez años su mente está completamente abierta, dispuesta a asimilar todo tipo de información si se sabe hacer bien. Diversión y conocimiento no están reñidos. De hecho es una buena fórmula para que aprendan sin saberlo.

Pero también es importante dejarles tiempo para el descanso, tienen que jugar, conocer a otros niños, divertirse.  Normalmente no hay otra cosa que más les guste en verano que pasar el día entero en el agua. Ya sea en la piscina o en la playa, si es que eliges destino costero, nos reclamarán estar al menos unas horas jugando en ella. Permíteles que disfruten de sus vacaciones, se lo han merecido después de nueve meses de intenso estudio, pero intenta hacerlo de una forma enriquecedora. Dicen que el saber no ocupa lugar y unos días de descanso como estos pueden ayudaros a ampliarlo sobremanera.

¿Qué te parecen estas vacaciones enriquecedoras?

Fuente imagen: Rajendra Singh http://rajendrasingh.openphoto.net por openphoto

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