Turismo Activo. La Tirolina y El Puente Tibetano

9 Jun 2011 clubrural Sin Comentarios

Auténticos minutos de oro puro, otros caminos para disfrutar. No hay obstáculo insalvable.

Pero son muchas más las razones, la forma en que fluye la sangre por las venas cuando se está a punto de lanzarse al vacío amarrado de una cuerda o cuando la espuma blanca inunda el interior de la embarcación en mitad de los rápidos es una sensación de plenitud y placer emocional que cuando se prueba engancha de tal manera que ya no vuelve a abandonarnos.

La Tirolina y El Puente TibetanoTodo bajo la atenta mirada de monitores expertos, experimentados y titulados, que además de guiar y aconsejar en todo momento, velarán por el perfecto estado de funcionamiento y conservación de los equipos y material proporcionados para cada práctica deportiva.

Estas son sólo alguna de las premisas que siguen algunas de las Casas Rurales con Actividades, especializadas en la práctica de los diferentes deportes de aventura, especializadas, también, en que los tiempos de aventura vividos sean tiempos diferentes, de plenitud y rejuvenecimiento, cuyos minutos estén llenos de vida e intensidad.

En mitad de la naturaleza hay obstáculos que parecen imposibles de superar, como vadear un torrente de aguas bravas o salvar un precipicio entre dos montañas, pero el ingenio humano puede lograr que toda una expedición pase de un lado al otro de forma segura con sólo unas cuerdas y una polea (tirolina), o con tres maromas unidas entre ellas (puente tibetano). De una medida de supervivencia usada desde tiempos inmemoriales en pueblos de todo el mundo a una práctica emocionante, divertida y muy segura. Así es este deporte de aventura apto para todos los públicos.

Bien sea en lugares preparados al efecto por las propias empresas, con cables de acero, poleas y el resto del equipo ya preinstalado, o que haya que improvisarlos en mitad de la naturaleza, el objetivo final de una tirolina o de un puente tibetano siempre será el mismo: pasar de un lado al otro de forma más o menos rápida, fácil, segura y sobre todo, divertida.

La Tirolina usa una cuerda o cable que pasa de un lado al otro del obstáculo por la cual se desliza una polea a la que vamos amarados y suspendidos mediante un arnés.

El Puente Tibetano consta de al menos dos cuerdas o cables tensados, uno para agarrarse y el otro para apoyarse y caminar sobre él yendo siempre asegurados mediante un arnés y mosquetón.

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Publicado en Viajeros

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