Tres rutas que descubren el corazón de Cantabria Parte II
Continuamos con las tres propuestas, que avanzábamos en el anterior post. En tercer y último lugar, se encuentra el camino de Travesía Cícera (Peñarrubia) a Cillorigo de Liébana, conocido como ruta de Braña de los Tejos, tiene una dificultad media, aunque se recomienda esperar a las horas que el sol menos calienta porque hay tramos con mucha pendiente. Son 18 kilómetros distribuidos en 850 metros de subida y 900 metros de descenso.
La Braña concentra, aproximadamente, unos treinta tejos. Se tratan de árboles milenarios, que se extendían por grandes áreas en un tiempo anterior. En esta época, los tejos eran venerados por los autóctonos.
El punto de partida será el pueblo de Cícera, aunque también se puede fijar en San Pedro de Bedoya y en Lebeña. Desde Cícera, subirá unos 800 metros hasta Collado de Pasareno. Durante la travesía, el excursionista tendrá la oportunidad de admirar las madreras y los bosques de hayedos y abedulares. Antes de llegar a los tejos, habrá que desviarse ligeramente hacia la izquierda, en mitad de un hayedo, para seguir un canal de hierba que lleva hacia la braña.
Desde Collado Pasareno las vistas a los dos valles, el Macizo de Picos de Europa y Peña Sagra, son únicas. Para bajar, hay dos opciones. O bien tomar el camino hacia Lebeña o el que lleva a San Pedro de Bedoya.
Como alternativa, se puede realizar una ruta circular con salida y llegada en Cícera.
1 Comentario en “Tres rutas que descubren el corazón de Cantabria Parte II”
Muy recomendable esta zona para hacer rutas.