Tres rutas que descubren el corazón de Cantabria Parte I

20 Jun 2012 Beatriz del Río Sin Comentarios

Cantabria es un excelente remanso de paz, un lugar admirado por su belleza y que ha logrado seducir a los amantes del senderismo de montaña más exigentes. La popularidad de las tierras cántabras no es fortuita, ya que reúne al mismo tiempo emoción y tranquilidad. La emoción de descubrir un asombroso lugar y la tranquilidad de quién ya lo ha experimentado. Cantabria se recomienda a los aventureros que saben apreciar el valioso legado de la naturaleza.

Sus inolvidables paisajes se pueden contemplar a través de diferentes rutas de senderismo. A continuación, proponemos tres rutas para conocer el encanto de Cantabria y que recorren la comarca de Liébana y los Picos de Europa.

En primer lugar, el camino de San Glorio – Portillo de la Reina tiene una dificultad media, con una subida de 625 metros y una bajada de 1.000 metros. En total, es un trayecto de 18 kilómetros. Esta ruta nos permite conocer El Coriscao, una de las cumbres cántabras más populares, y que, con una altitud de 2.234, ofrece unas impresionantes vistas de los Picos de Europa.

El Coriscao

Se tomará como punto de partida el puerto de San Glorio, que limita con la provincia de León. Una pista le conducirá al Collado de Llesba, donde se halla la famosa escultura del oso de Jesús Otero, para bordear, sentido oeste, las Peñas de Bustal y Cascajal y llegar hasta Collado de Valdeloso. Así, logrará situarse frente a El Coriscao. Desde esta cumbre, las vistas son espectaculares: Picos de Europa, Peña Prieta, Peña Sagra, la Sierra del Cordel y Peña Labra. Tómese su tiempo para contemplar la belleza de esta panorámica y después descienda por el sur, hacia el valle leonés de Luriana. Siguiendo el arroyo Luriana encontrará un bonito bosque de hayas y robles, que le llevará a la carretera que va de Portilla de la Reina a Posada de Valdeón, donde podremos fin a la aventura.

En segundo lugar, se puede optar por la travesía Puerto de San Glorio-Pido, con una dificultad media-alta. 15 kilómetros de caminata, de los cuales 625 metros son de subida y 1.230 metros de bajada.

El principio de la ruta es el mismo que el anterior. Así pues, diríjase desde el puerto de San Glorio hasta collado de Llesba. Por el oeste llegará a collado de la Guarda y siga la cresta, bordeando las peñas de Gustal y Cascajal por el sur, hasta llegar al collado de Valdeoso, donde comienza la subida al Coriscao. La pendiente, con un desnivel de 250 metros, le permitirá vislumbrar los Picos de Europa en el norte, Peña Prieta en el sur y Peña Sagra y Peña Labra en el este.

Rumbo oeste, ya en el descenso por la cresta hasta un canal, siga un poco más abajo, en la Hoya de los Becerros donde se encuentra la cabaña de Salvorón. Continúe bajando por el vallejo del río Salvorón, por un camino que atraviesa un enorme hayedo. Ésta es la bajada más pronunciada, hasta el pueblo de Pido al que llegará por la quesería.

Continuación en Tres rutas que descubren el corazón de Cantabria Parte II

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