Rutas del Vino: múltiples opciones para enoturistas
Bierzo, Cigales, Jumilla, Monterrei, Rueda… No hace falta ser un experto para darse cuenta de que estas son algunas de las casi 70 Denominaciones de Origen que legitiman la calidad de los vinos españoles.
El vino levanta pasiones hasta el punto de convertirse en un modo de vida para muchos. Además de disfrutar de los matices que los caracterizan, conocer las zonas donde se producen o el proceso que se desarrolla para su elaboración son atractivos adicionales para los amantes de la cultura vitivinícola.
Para estos, hay una propuesta de lo más interesante: las Rutas del Vino. El territorio español cuenta con 17 Rutas del Vino certificadas por la Asociación de Ciudades del Vino de España (ACEVIN). Destinos como Galicia, La Rioja, Rioja Alavesa, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León o Andalucía, entre otros, ofrecen la posibilidad de disfrutar de catas y degustaciones, estancias entre viñedos o visitas a las bodegas, etcétera.
El listado completo de rutas certificadas incluye: Bullas, Caminos del Vino de La Mancha, Campo de Borja, El Bierzo, Jumilla, Lleida-Costers del Segre, Marco de Jerez, Montilla-Moriles, Navarra, O Ribeiro, Penedès, Rias Baixas, Ribera del Duero, Rioja Alavesa, Somontano, Tacoronte-Acentejo y Utiel-Requena.
Un ejemplo: Caminos del Vino de La Mancha. La ruta integra los municipios de Alcázar de San Juan, Pedro Muñoz, Socuéllamos, Tomelloso, Villarobledo, Campo de Criptana y San Clemente. Se trata de pueblos con una cultura vitivinícola con muchísimos años de arraigo. El viajero podrá disfrutar de multitud de sensaciones en parte del universo que inspiró a Cervantes.
Más de 70 establecimientos y diferentes actividades de ocio (Rutas Nocturnas, Ruta de las Lagunas, Ruta de la Piedra Seca, Ruta Literaria…) se unen para ofrecer la mejor experiencia al visitante. Bodegas de toda clase y condición se preparan para recibir a los amantes del vino. Entre las muchas posibilidades de esta ruta, cabe señalar: cursos de cata, recorridos en bicicleta, actividades en la naturaleza, visita a museos y, cómo no, la unión de sus caldos con sus exquisitos quesos manchegos.
Volviendo a las rutas del vino en general, son muchas las bodegas que ofrecen planes para enoturistas. Algunas permiten acercarse al proceso de elaboración, crear tu propio vino, visitar los viñedos, vendimiar en el campo, separar y pisar la uva…
Por otro lado, nunca está de más completar la escapada vitivinícola con degustaciones de productos propios de la región y recorridos por estas zonas en las que el paisaje es un valor añadido. Nosotros nos hemos extendido con una de 17 rutas, pero ¿cuál de todos los destinos posibles será el tuyo?