Ruta por los puentes de Chulilla

Para vacaciones, para un fin de semana o para cuando te apetezca. La historia es que si te gusta descubrir lugares nuevos y totalmente diferentes, lo hagas, de forma que conozcas un poquito más las opciones que nos ofrece España.

Muchos elegís Valencia por la playa en verano o por las Fallas en invierno. ¿Pero sabéis todas las posibilidades que ofrece la provincia? Bueno pues nosotros os la decimos. Para esta ocasión nos hemos quedado con Chulilla, ¿lo conoces? Está en el interior (norte) de la provincia. Tiene una población de 670 habitantes y unos lugares muy interesantes que conocer si eres aficionado al senderismo. Pero concretamente lo que queremos que descubras en esta ocasión son los puentes colgantes. Forman parte de todo el recorrido a lo largo del Cañón del Río Turia.

Un poco de historia

Los puentes colgantes que ahora se pueden ver son totalmente nuevos, aunque la idea de ponerlos en funcionamiento es de mediados del siglo XX. Con la construcción del Embalse de Loriguilla a comienzos de los 50, muchos obreros que trabajaban en la obra ubicaron su residencia en el pueblo, multiplicando así su población. Para poder ir a trabajan tenían que cruzar en varias ocasiones el cauce del río Turia. Por eso se puso en marcha también la construcción de pasarelas que facilitaran el paso. Llegaron a estrenarse, pero una riada acabó con ellas, quedando totalmente destrozadas, hasta que en 2013 se reinició el proyecto de reconstrucción de las pasarelas. Desde entonces se ha convertido en un lugar de peregrinación sobre todo para aquellos que buscan combinar al mismo tiempo senderismo con un poquito de aventura.

Puentes Colgantes de Chulilla

A lo largo del recorrido hay tres puentes de diferentes alturas. El más elevado se alza a unos 15 metros sobre el cauce del río Turia y tiene una longitud de 21 metros. Se recomienda que quienes tengan miedo a las alturas se abstengan de participar en esta ruta si no quieren pasarlo realmente mal.

Hay un segundo puente, este menos elevado de 28 metros de longitud y a una altura de cinco metros y medio.

La seguridad de ambos es total construidos con madera firme y anclajes fuertes que pueden soportar gran cantidad de peso.

La tercera pasarela es la que atraviesa el Charco Azul. Especial mención merece este lugar por la forma de sus aguas, encargadas de reflejar en ellas las montañas que lo rodean. Una imagen muy fotografiada por la belleza que desprende.

Es en este lugar donde una pequeña pasarela anclada a las paredes de la montaña permite recorrer prácticamente a un metro del agua todo el Charco Azul.

Senderismo por los Puentes Colgantes de Chulilla (o Ruta de los Pantaneros)

Obviamente cada viajero puede marcarse la ruta que quiera. Aquí solo hacemos una recomendación. De forma circular, el inicio y fin estará en Chulilla. Para empezar dirígete al Embalse de Loriguilla. Empieza a caminar a lo largo de 6 kilómetros con un paisaje espectacular: paredes montañosas de más de 80 metros de altura adornarán gran parte del recorrido. El primero de los puentes que aparece es el de los cinco metros de altura con relación al río. Al cruzarlo se cambia el margen del río que hasta ahora se ha venido haciendo. Una vez atravesado hay que continuar hasta que vuelva a aparecer la otra pasarela, la más elevada y que permite ver mucho mejor el recorrido del Turia a su paso por este cañón tan bonito.

El Charco Azul

El Charco Azul, un poco más alejado de esta ruta también es otro lugar de especial interés en Chulilla. Aunque podéis acercaros a pie, si estáis muy cansados el acceso puede hacerse en coche. Es muy fácil llegar hasta ella y el recorrido es sencillo, por lo que los niños también pueden participar en esta ruta. Se trata de un lugar mágico. Como hemos dicho antes, el agua se convierte en un espejo donde las montañas se reflejan, creando una imagen muy hermosa y de las más retratadas de la zona.

Además de ser una zona excepcional para visitarla en cualquier época del año, este Charco Azul en realidad es una piscina natural de agua transparente. Por eso no es extraño ver a viajeros o curiosos que aprovechando el calor que asola la zona en verano, aprovechen a darse un buen chapuzón al mismo tiempo que disfrutan de unas vistas inigualables.

Si no tienes planes para este verano, aquí tienes uno con el que podréis conocer una zona bastante desconocida para gran parte de nosotros. Busca una casa rural donde poder alojarte en el pueblo y pasa unas vacaciones diferentes.