Ruta De Cervantes

31 May 2014 Jennifer García Sin Comentarios

Partiendo desde Toledo, tomaremos la carretera comarcal 400 e iniciaremos la ruta pasando por Nambroca para llegar a Almonacid de Toledo, villa situada en las estribaciones de los Montes de Toledo, cuyo núcleo urbano está dominado por el castillo que se levanta sobre un cerro situado al sur. Siguiendo por la misma carretera pasaremos por Mascaraque con un castillo inserto en el contexto urbano del pueblo. Llegamos a Mora conocida por la calidad de sus olivos y su famosa y ancestral Fiesta del Olivo que se celebra el último domingo de abril. Entre sus edificios más notables señalar la iglesia parroquial de estilo gótico tardío y realizada entre el siglo XV y XVI. En las afueras del pueblo y en la carretera de Tembleque se encuentra el castillo de Peñas Negras. Tiene una disposición de norte a sur en orden al cerro donde se asienta. Tomando la C- 400 llegaremos a Consuegra donde realmente podremos observar el típico paisaje plano manchego. La antiquísima Consaburum, con antecedentes prerromanos ya es citada por Plinio, Tolomeo y Tito Livio.

Tembleque. Fuente: Serge LAROCHE

Tembleque. Fuente: Serge LAROCHE

De su etapa romana se conservan vestigios de un circo, una presa y un importante acueducto. Consuegra dispone de un pequeño museo arqueológico municipal donde se pueden ver algunas piezas aparecidas en algunas excavaciones realizadas en zona de influencia romana. La población se asienta en las faldas del cerro Calderico, coronado por trece molinos de viento, algunos muy bien restaurados y en especial el dedicado a Museo del vino y de la alfarería, además de un gran castillo donde se dice que murió don Diego, hijo único del Cid. Desde esta crestería se puede divisar una preciosa panorámica sobre los campos manchegos y los Montes de Toledo. El último domingo de octubre, se celebra en Consuegra la fiesta conocida como La Rosa del Azafrán .

A pocos kilómetros de Consuegra se encuentra Madridejos donde el 1 de mayo se celebra la romería a la Virgen de Valdehierro, con el tradicional hornazo. Además se puede visitar su iglesia parroquial de El Salvador, construida en el siglo XVI y dotada de caracteres góticos de transición al renacimiento. El rollo de justicia que así mismo se puede ver en esta población es del tipo neoclásico.

Siguiendo por la C-400 llegaremos a la localidad de Camuñas, allí se celebra un Corpus Christi único en España, con la intervención dentro del rito procesional, de un grupo de danzantes llamados pecados y virtudes. Siguiendo por la misma carretera podremos llegar a Villafranca de los Caballeros y Quero.

Estas dos poblaciones tienen interesantes lagunas salobrales de carácter endorreico. En Villafranca de los Caballeros, hay que destacar una importante tradición alfarera, en la que actualmente se practica una técnica depurada donde la investigación en nuevas formas es llevada a cabo por la familia Peño. En Quero, una hermandad de Animas recorre el pueblo con sus abanderados para celebrar las fiestas de los Carnavales. Llegando a El Toboso, las evocaciones cervantinas por la Mancha toledana cobran cuerpo cuando visitamos la llamada casa de Dulcinea, antigua casona solariega con viejos escudos y una gran portada. En esta casa se encuentra ubicado un museo etnológico donde se exhiben útiles y objetos muy imbricados con la zona y la actividad agrícola de la misma. En esta misma población manchega, pueden visitarse la portada del convento de Franciscanas y el interior de la iglesia parroquial dedicada a san Antonio Abad, de estilo ojival decadente construida en el siglo XV.

Procedentes de El Toboso, llegaremos a Quintanar de la Orden, población con una picota o rollo del siglo XV de estilo gótico tardío y una iglesia parroquial dedicada a Santiago en la que se denotan elementos constructivos góticos y renacentistas. Existe un edificio muy representativo de la época barroca del siglo XVII que es conocido como Casa de Piedra. Es una casa palacial en la que destaca una portada, coronada por un frontón partido con un águila en bajorrelieve. Como construcción interesante citar su plaza de toros que data del XIX y es de estilo neomudejar.

Pasando por la Puebla de Almoradiel, llevaremos nuestra andadura por tierras manchegas toledanas hasta llegar a la Villa de don Fadrique, fundada por el mismo don Fadrique, hermanastro de Pedro I el Cruel y hermano de Enrique de Trastamara. Su pasado se nos ofrece en forma de hermosas fachadas y patios de la calle de los Laras, la cruz de la ermita de la Piedad o la puerta gótica de la iglesia parroquial. En sus alrededores, los ríos Cigüela y Riansares suponen unos gratos paisajes. De esta localidad partiremos hacia Villacañas, un centro muy importante en la industria del mueble. Debe su origen a los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, que la poblaron en el siglo XIII. En su término se encuentran restos de asentamientos romanos e incluso anteriores, muy patentes en el cerro de Tirez. De especial importancia en esta población, son los silos, viviendas subterráneas excavadas en la tierra. También resulta interesante admirar la iglesia parroquial de la Asunción, obra de estilo gótico tardío con caracteres renacentistas en la que destaca la gran variedad de bóvedas nervadas.

La ruta no podía finalizar sin una obligada mirada a la plaza de Tembleque, extraordinaria plaza Mayor construida en tiempos de Felipe IV. Es de planta rectangular; tres de sus costados están organizados a base de soportales inferiores de columnas toscanas y dos cuerpos de galerías corridas; los antepechos están decorados con cruces de la Orden de Malta, alusión a la dependencia de la villa de la encomienda sanjuanista de Consuegra. Esta población que celebra sus fiestas en honor a Jesús el Nazareno, del 24 al 27 de Agosto, muestra además una bella iglesia renacentista, un palacio barroco y una picota del siglo XVI. En su término y a unos 5 kilómetros de Turleque, se haya la ermita del Cristo del Valle; muy próxima a ésta y frente al castillo de Mora hay una cueva con pinturas rupestres esquemáticas.

A lo largo de esta ruta, habremos podido saborear buena parte de la cocina manchega entre la que merece destacar los buenos quesos, las migas en cualquiera de sus variedades, la perdiz y el buen tinto o blanco de la zona. Pero además, habremos tomado contacto con el paisaje en el que Cervantes ubicó buena parte de El Quijote.

Es de rigor mencionar aquí la villa de Esquivias, donde se casó Cervantes con doña Catalina de Salazar y Palacios en 1584 y en la que se conserva la llamada Casa de Cervantes, edificación del siglo XVI con dos plantas y un gran patio o corral. A Esquivias se llega desde la autovía Madrid-Toledo (N- 401), a la altura de Illescas.

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