Recuperación de oficios tradicionales

La divulgación de la cultura, costumbres, formas de vida y oficios tradicionales es una cuestión que ha cobrado importancia en los últimos años. Museos etnográficos, mercados medievales, ferias de oficios e incluso proyectos en los que colabora el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) pretenden conservar estos aspectos que en otro tiempo, no tan lejano, fueron la esencia de la vida cotidiana durante siglos y que, debido a los cambios que han sufrido en las últimas décadas, se encuentran en peligro de extinción y olvido.

Afiladores, pastores, alfareros, carpinteros, encuadernadores, ebanistas, bolilleros, jaboneros, arrieros, esparteros, pregoneros son algunos ejemplos. Pero la lista es mucho más extensa. En los pueblos, cualquier casa podía tener una tienda o un pequeño taller en la planta baja. Los oficios eran un arte que se aprendía tras años de experiencia y los objetos que se utilizaban procedían de otros pequeños talleres o llegaban a través de vendedores ambulantes. Sin embargo, en la actualidad las máquinas han sustituido el laborioso trabajo de los artesanos y prácticamente todo se produce en fábricas.

Esta vocación de velar por el patrimonio etnográfico de la provincia inspiró a los Museos de Terque (Almería), que desde 2003 celebran una Jornada de Recuperación de Oficios Antiguos. La jornada de este año, que tendrá lugar el primer fin de semana de octubre, será la décima. Cada año se incorporan nuevos oficios, aunque el eje principal del evento son los trabajos relacionados con la agricultura parralera: elaboración de barriles para la uva o limpieza, envasado y acarreo de barriles. Desde los Museos de Terque se manifiesta su aspiración a hacer “una fiesta singular alejada de las difundidas, idénticas y comerciales fiestas ‘medievales’ que se realizan en multitud de pueblos de España”.

Otro motivo que está impulsando la recuperación de oficios tradicionales es la promoción del empleo. Así ocurre con el proyecto ‘Madarcos, Pueblo Escuela’ (Madarcos, Madrid), que apuesta por un curso de carácter anual con diferentes módulos que han posibilitado la adquisición de conocimientos básicos sobre oficios como trabajo del mimbre, elaboración de jabones, quesos, pan, conservas, cómo se hace una matanza tradicional, etnobotánica, apicultura y manejo de colmenas.