¿Qué ropa debemos llevar a una casa rural?

Hay un falso mito anclado en la cabeza de muchos españoles en el que cuando oyen “turismo rural” directamente lo asocian a la montaña. Sí, muchas casas están en parajes con relieves elevados, pero el término “rural” no implica sólo esta geografía. De hecho hay muchas que se encuentran en pequeños pueblecitos de la llanura manchega o incluso muy próximas a localidades costeras, lejos de la imagen típica de montaña.

Por eso antes de hacer la maleta para pasar unos días disfrutando de la naturaleza, piensa en qué tipo de clima te vas a encontrar. En función de esto, deberás elegir uno u otro calzado al igual que ropa más cálida o de abrigo.

Da igual cómo sean las características del terreno, los tacones y las chanclas, mejor déjatelos en casa. Este tipo de turismo implica kilómetros y kilómetros de caminos que recorrer. Y no siempre están en las mejores condiciones. Por lo que será una buena opción que te aprovisiones de calzado deportivo cómodo o botas especializadas para senderismo, tus pies probablemente lo agradecerán cuando lleves horas y horas caminando. También deberías hacerte con pantalones largos, cómodos y elásticos para que no supongan un estorbo a la hora de hacer con agrado los kilómetros que tienes preparados para la jornada. Y para la parte superior del tronco, ropa de similares características, camisas y sudaderas de abrigo.

Independientemente de si viajas en verano o invierno, el tiempo (sobre todo si vas a montaña) es muy variable, por lo que en tu maleta deberá de haber prendas veraniegas y de invierno (polares y chaquetas de plástico que combatan mejor el frío). Si tan sólo vas a organizar una salida a la montaña pero tu casa rural se encuentra en una llanura, será mejor que lleves provisiones de todo tipo. Los montes son muy traicioneros y nadie sabe qué nos pueden deparar las alturas. Por lo que carga tu mochila con calcetines gruesos, impermeables y guantes que puedan hacerte falta en cualquier momento. Aunque la provisión no queda sólo en la vestimenta, también es extremadamente importante que no falten gafas de sol o utensilios como navajas, muy útiles para cortar, destornillar o limar. De antemano sabes que comida y agua no puede faltar. Intenta que la primera sea lo más ligera posible para que suponga excesivo peso en tu estómago.

Pero puede que tu casita rural se encuentre cerca de la playa o de algún río. En ese caso, y si viajas en temporada de estío, tendrás que aprovisionarte bien de prendas frescas, bañadores pero sobre todo crema protectora. El sol del centro peninsular es quizá de los más peligrosos de todo el país por lo que es recomendable, no sólo para pieles blancas, protector de al menos factor 30. De nuevo te pedimos que seas previsor, el tiempo es muy caprichoso y puede que en pleno agosto te sorprendan tormentas de verano que te pillen desprevenido y sin ninguna prenda adecuada para este imprevisto.

Hacer la maleta para unas vacaciones rurales no es tan fácil como parece. Ropa, utensilios, comida…debes pensar en todo antes de partir si no quieres encontrarte con sorpresas desagradables cuando ya estés alojado en la casita.