Pueblos de La Palma

Santa Cruz de la Palma es la capital de la Isla. Está situada en la costa oriental, sobre el declive de una montaña a orillas del mar. Tiene buenas casas y algunas plazas, calles y callejuelas que se extienden en todas direcciones, siendo su vía principal la llamada calle Real de Santiago.

Dos barrancos cruzan la población y sobre ellos se levantan tres puentes de madera de un solo arco, de los cuales el primero une la calle del hospital viejo, el segundo la Real de Santiago y el tercero la denominada Trasera. El ayuntamiento es probablemente el monumento de arquitectura civil más relevante del Renacimiento en Canarias. Y el castillo de Santa Catalina es una estupenda muestra de arquitectura militar.

Nos dirigimos a continuación a Puntallana. Resulta del mayor interés un recorrido por las calles de este municipio y sus barrios, pues conserva mucho de su antiguo encanto, reuniendo bellos ejemplos de arquitectura civil y religiosa. Entre otras construcciones hay que visitar la iglesia parroquial de San Juan Bautista.

En Barlovento, el lugar de mayor interés cultural es la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario, templo de una nave en el que se guardan algunas esculturas de gran valor, como son la de la Virgen titular, obra flamenca del siglo XVI así como una talla barroca de Nuestra Señora del Carmen, procedente del taller sevillano de Benito de Hista y Castillo, y un crucifijo de brazos desplegables, del siglo XVIII.

Siguiendo la carretera principal de la isla, llegamos a Llanos de Aridane. En este municipio son muchos lugares de interés cultural a visitar. En varias de sus localidades se puede disfrutar de la visión de la arquitectura insular, reflejada en bellas casas. Sus plazas también son hermosas, como las de Argual y la de Elías Santos Abréu en Los Llanos.

Finalmente, merece una visita el municipio de Fuencaliente de la Palma. Hay que destacar, en primer lugar, los grabados de origen prehispánico encontrados en el Roque de Teneguía. Luego merece ser citada la iglesia de San Antonio Abad, que data del siglo XVI, construcción con techo de cáñamo encalado, con una bella espadaña de cantería.