Museo del Plátano de La Palma
Es cierto que los últimos años nos han traído la proliferación de museos rurales y centros de interpretación de espacios naturales que facilitan e impulsan el acercamiento del viajero a las formas de vida tradicionales y a la cultura de un amplio número de destinos de interés. No obstante, tal vez se echen de menos espacios culturales con poder y capacidad para documentar el devenir cotidiano de quienes han vivido de la agricultura, generación tras generación. En efecto, las labores del campo poseen su propio bagaje cultural en cada territorio, pero no abundan ni los profesionales ni los centros que se dediquen a recogerlo y comunicarlo.
Una humilde pero gozosa excepción es el Museo del Plátano, en la localidad de Tazacorte, en la isla canaria de La Palma. Como se sabe, es imposible concebir la historia, la realidad o la supervivencia de las Islas sin el cultivo del insustituible plátano canario, una sabrosa variedad endémica del archipiélago. El Museo del Plátano de Tazacorte sirve al visitante para transitar por la historia y la cultura de este proverbial cultivo, desde tiempos muy remotos. El viajero que recorre el Museo del Plátano de La Palma con detenimiento, llega al pleno convencimiento de que este fruto se encuentra íntimamente unido a la identidad de La Palma y de todas las Islas Canarias, más allá del sustento o del trabajo entre las plataneras.
Tiempo atrás, el plátano canario no solo fue el cultivo más extendido en las islas, sino también alimento básico de la población autóctona y materia prima para una inagotable variedad de platos, productos artesanales, postres, licores, etc.
Detenerse en las salas de este Museo del Plátano de Tazacorte supone comprender mejor la cultura insular, representada en un elemento vinculado para siempre a las Islas Canarias.
1 Comentario en “Museo del Plátano de La Palma”
Hola queridos amigos:
Soy español, nacido en Alemania y Criado en Madrid, y residente en Toledo, y deseo contaros mi experiencia en el museo del plátano.
Para nosotros como familia fue algo entrañable; el museo del platano en Tazacorte, (La Palma), es un lugar ditinto, genuino, exclusivo y bello que nadie que visite las Fabulosas Islas Canarias debería perderese. No sólo por lo que uno aprende en él, sino por la relajación, paz, tranquilidad que emite el lugar, y como no, sin olvidar el cariño de sus gentes.
Definitivamene es un lugar que da paso a la creatividad, a la imaginación y al buen hacer de una persona.
Tampoco quiero echar en el olvido el esfuerzo, la valentía, el ingenio y muchos otros calificativos de sus agricultores, a ellos desde aquí por favor; permitánme rendirles un cariñoso omenaje, a los que fueron y a los que hoy siguen siendo sus mantenedores, tanto del museo como de esa fruta tan aposinante y versátil, como el «El plátano Canário».
Muchas gracias a todos por leer esta líneas. Hasta siempre.
Es cierto que soy un enamorado de mis queridas Islas Canarias; sus paisajes y sus gentes.