Mujeres emprendedoras que lideran el turismo rural

8 Mar 2021 Aroa Salazar 2 Comentarios

La historia de nuestros pueblos también es la historia de muchas mujeres que con valentía y esfuerzo han apostado por el complicado mundo del emprendimiento rural para contribuir con su trabajo a levantar la llamada «España Vaciada». Según la última encuesta de propietarios de alojamientos rurales elaborada por Clubrural.com, cerca del 57% de las casas rurales están dirigidas por mujeres, la mayoría de las cuales se sitúa entre los 45 y los 54 años. Además, en los últimos años existe un creciente interés de mujeres que ven en el pueblo la oportunidad para abrir un negocio, huir del estrés de la ciudad y poder conciliar su vida laboral y familiar. Teniendo esto en cuenta nos preguntamos cómo es la vida de esas mujeres rurales y qué les ha llevado a escoger esa forma de vida. Hoy es 8 de marzo, Día de la Mujer, y desde Clubrural queremos dar voz a esas mujeres que lideran el turismo rural para conocer sus historias y reflexionar sobre el futuro de nuestros pueblos y cuál será el papel de las mujeres en ese nuevo contexto.

Mujeres emprendedoras y sus inicios en el mundo rural

Aunque cada historia es diferente, la mayoría de las propietarias de alojamientos rurales coincide en que abrir una casa rural ha sido la solución para tener una fuente de ingresos o sacarle partido a una finca familiar en desuso. Es el caso de Alicia, propietaria de la Finca Rural Los Gorriones (Sevilla), quien hace cinco años vio la “oportunidad de dar otro enfoque a la finca y mantenerla actualizada mientras la damos a conocer a otras personas”. Este alojamiento situado a 25 minutos de Sevilla se ha convertido en poco tiempo en todo un referente rural en la Sierra Norte por su exquisita decoración y la comodidad de sus instalaciones.

Foto: Finca Rural Los Gorriones (Sevilla)


Su ejemplo no es el único. Y es que aunque al principio la mayoría decide utilizar la vivienda rural como un ingreso extra, en ocasiones acaba convirtiéndose en el principal negocio de la familia. De hecho, en los último años el turismo rural se está profesionalizando cada vez más para convertirse en la principal fuente de ingresos de sus propietarios. También es el caso de Carmen C., propietaria de La Bárcena (Cantabria), que cuenta que en un primer momento compró la casa como segunda residencia vacacional pero “al final decidí darle otro enfoque y ahora la utilizamos para el disfrute familiar y como negocio”. Este complejo rural se encuentra en el Parque Nacional de los Picos de Europa y cuenta con veinte apartamentos para grupos reducidos y una zona de spa con piscina climatizada para el descanso de sus huéspedes.

Foto: La Bárcena (Cantabria)

En otros casos, el turismo rural se convierte en una oportunidad para emprender un negocio con una inversión relativamente asumible o en un cambio de vida como le ocurrió a Carmen M., propietaria de El Barranco de Miraflores (Madrid), quien reconoce que “abrir el complejo rural fue la opción perfecta para darle un giro a mi vida”. Se trata de una exclusiva casa con jardín, piscina, jacuzzi, pista de pádel y barbacoa que se divide en dos alojamientos privados.

Foto: El Barranco de Miraflores (Madrid)

Ayudas al emprendimiento rural que nunca llegan

El tema de las ayudas para emprender un negocio en el pueblo y el apoyo de las instituciones es algo que todas las propietarias han echado en falta. Alicia es directa y señala que aunque no se ha planteado desistir “en nuestro país no se promueve el emprendimiento y existen muchos obstáculos burocráticos”. De hecho este es el principal problema con el que se han encontrado muchas mujeres que se dedican al turismo rural y que les ha hecho replantearse en alguna ocasión seguir adelante con el negocio por la falta de apoyos e inversión de la administración, especialmente como consecuencia de la pandemia. Carmen C. reconoce que en los últimos meses ha sentido las ganas de ‘tirar la toalla’ porque “es muy duro enfrentarse a los gastos fijos de un negocio como este y no tener una ayuda gubernamental para poder seguir adelante”.


“En nuestro país no se promueve el emprendimiento y existen muchos obstáculos burocráticos”

Alicia

Aunque ninguna de ellas ha recibido ayudas para emprender su negocio, sí destacan la importancia que tiene su trabajo en la supervivencia de los pueblos. Carmen M., propietaria de El Barranco de Miraflores (Madrid) reconoce que “nuestra labor atrae a los turistas y fomenta la economía local de nuestro pueblos”. Por ejemplo, Carmen C cuenta que “nuestros clientes acuden a los supermercados del pueblo, compran productos típicos, van a los restaurantes, contratan actividades multiaventura y todo eso favorece a los negocios de la zona”. Es por eso que ambas coinciden en la importancia de que las administraciones inviertan en el mundo rural y “que se valore el trabajo rural tanto como el urbano”, remarca Carmen M.

El pueblo como oportunidad laboral para las mujeres

Según el último Barómetro de Turismo Rural elaborado por Clubrural, el turismo rural se ha convertido en la opción preferida por los viajeros tras la Covid-19. De hecho durante el último año las peticiones de reserva se han incrementado en un 35%. Esto ha provocado que los pueblos se conviertan en una opción más que viable para aquellas personas que están pensando en abrir un alojamiento rural y buscan una mejor calidad de vida.

Además de empresaria Alicia es abogada y reconoce haberse hecho a sí misma, por lo que considera que “existen oportunidades para aquellas mujeres que sean valientes y tengan ideas creativas”, pero les advierte “que eviten oportunismos y rentabilidades a corto plazo y se centren en ofrecer un producto de calidad, con valor añadido y actualizado a los tiempos que vivimos”. Aunque para que todo esto funcione “es fundamental disponer de los servicios necesarios (médicos, colegios, Internet, comercio local…)”, aclara Carmen C.

Carmen C., propietaria de La Bárcena, recomienda “realizar un plan de rentabilidad viable, escoger a los empleados adecuados y mucho, mucho trabajo”. En su caso, ser mujer y emprender un negocio rural no ha sido un hándicap, todo lo contrario, pese a comenzar con 27 años y cuatro hijos “mi lucha, mi trabajo y mis criterios son los que siempre me han ayudado a conseguir mis objetivos”, explica.


“Alcaldesas y concejalas que ayudan a tomar conciencia del papel de la mujer en un mundo tan machista como es el ambiente rural”

Carmen M.

Por su parte, Carmen M. destaca además que “las nuevas generaciones disponen de más herramientas para subsistir en un medio un tanto difícil como es el rural”. Aunque tradicionalmente el mundo rural siempre ha sido un espacio dominado por hombres, cada vez es más frecuente ver a mujeres al frente de las administraciones como “alcaldesas y concejalas que ayudan a tomar conciencia del papel de la mujer en un mundo tan machista como es el ambiente rural”, explica la propietaria de El Barranco de Miraflores. Aún así, “todavía es bastante común ir a un bar y que esté lleno de hombres mientras las mujeres están en casa limpiando o viendo la tele”, cuenta Carmen M. Por suerte “el cometido de la mujer rural sigue evolucionando y ahora muchas compaginan las labores domésticas con el trabajo fuera de casa”, señala Carmen C. En cambio, para Alicia ser mujer nunca ha sido un hándicap y opina que “el papel de las mujeres en el futuro rural será absolutamente equitativo”.

Nuevas generaciones de mujeres que vienen pisando fuerte

La pandemia nos ha hecho replantearnos muchas cosas, entre ellas la forma de vida en la ciudad. Nos ha hecho pensar que quizás vivíamos demasiado deprisa y que la conciliación estaba más cerca de lo que imaginábamos. Eso fue precisamente lo que le ocurrió a Mercedes, una joven madrileña que tras el confinamiento decidió inaugurar El Rincón de Abril (Ávila), un alojamiento rural situado en el precioso municipio de Piedralaves. Para ella el emprendimiento no es algo ajeno, ya que hace cinco años decidió abrir un salón de belleza en Madrid, sin embargo “una mala experiencia y el confinamiento hicieron que me replanteara mi vida por completo y decidí dar un cambio radical”. Fue entonces cuando decidió apostar por un negocio de turismo rural cerca de Madrid. De hecho, el motivo principal que impulsó a Mercedes a cambiar de vida fue “ver a mis hijos encerrados entre cuatro paredes y sin jardín, porque me di cuenta que daba igual las comodidades que tuviéramos alrededor cuando los niños no pueden correr, jugar, respirar…”.


“Una mala experiencia y el confinamiento hicieron que me replanteara mi vida por completo y decidí dar un cambio radical”

Mercedes
Foto: El Rincón de Abril (Ávila)

En cuanto a las ayudas Mercedes reconoce que todavía no ha solicitado ninguna pero espera poder hacerlo pronto, ya que “las restricciones y los cierres perimetrales no facilitan sacar adelante un negocio como este”. De hecho, hace apenas cuatro meses que inauguró su casa rural y todavía no ha podido estrenarla.

Mercedes es el ejemplo de otras personas que a raíz de la pandemia se han replanteado su forma de vida y han decidido apostar por el mundo rural para emprender. Aunque abrir un negocio en plena pandemia no es fácil, Mercedes anima a esas mujeres jóvenes que quieran apostar por lo rural porque “vivir en el pueblo no significa deshacerte de tu vida si no mejorarla”. Quizás por eso cada vez hay más jóvenes que deciden quedarse en el pueblo o volver de la ciudad para emprender por fin aquel negocio al que llevaban tiempo dándole vueltas.

El 2020 le ha dado la vuelta a nuestras vidas para sacudir con fuerza nuestras más férreas convicciones y replantearnos nuestro día a día. Pero hay un lugar donde el tiempo parece detenerse y la vida es más tranquila. Quizás el turismo rural sea parte de la solución para reconciliarnos con esa “España Vaciada” que parecía teníamos olvidada.

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