Misteriosa cueva en el sureste de Madrid

13 Oct 2012 Beatriz Rodríguez Sin Comentarios

A pocos kilómetros de Chinchón se encuentra Titulcia (anteriormente conocido como Bayona de Tajuña), un pequeño pueblo de la comarca de Las Vegas a orillas del río Jarama, con una peculiar cueva artificial. La Cueva de la Luna fue descubierta en 1952 y, según algunos estudiosos, se trata de una construcción esotérica relacionada con la supuesta aparición de la Santa Cruz al Cardenal Cisneros cuando preparaba la conquista de Orán en 1509. Tras el suceso, el cardenal decidió edificar en ese mismo lugar un humilladero que posteriormente se convertiría en la ermita de Nuestra Señora de la Soledad.

Se cree que, además del humilladero, Cisneros encargó excavar secretamente una serie de galerías con unas proporciones determinadas. Es interesante consultar la información que se facilita en el sitio web de la cueva, relativa al origen de su nombre y a las dimensiones que presenta.

Otros la consideran una construcción relacionada con los templarios. Para fundamentar esta teoría se recurre al hallazgo de cruces paté, uno de los cuatro modelos de cruces templarias, inscritas en las paredes de la cueva. Esa es la tesis planteada por Armando Rico, antiguo dueño del restaurante sobre el que se encuentra la cueva y autor de una monografía sobre la misma.

La Cueva de la Luna, Titulcia (Madrid)

La Cueva de la Luna fue declarada monumento histórico artístico en 1979. Según el historiador Antonio Blanco Frejeiro, es posible que las galerías fuesen utilizadas en épocas pasadas, aunque no demasiado antiguas, como centro de aprovisionamiento o almacén. En cuanto al sello templario, es más probable que fuera obra de algún grupo neotemplario decimonónico.Al hallarse bajo un restaurante, es necesario pedir permiso al propietario para acceder a ella. Bajando las escaleras, a diez metros de profundidad, nos encontraremos una bóveda central de la que parten tres galerías, aunque solo una está a la vista. Una vez dentro, sorprende la amplitud de la cúpula y las largas galerías, en cuyas paredes hay grabadas cruces templarias.

Existe la costumbre de que las mujeres den tres golpes a la puerta con el puño antes de pasar a la cueva, en la cúpula, relajándose un minuto. También es tradición pedir un deseo con el corazón y llevar flores si se cumple. Curiosamente, siempre hay flores.

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