Malvasía canario, un vino legendario donde los haya

Según varios estudios realizados por diversos etnólogos, la uva malvasía se remonta al primer tercio del siglo XVI, que llegó a Canarias para ocupar el territorio vacío que había dejado el cultivo de caña de azúcar que tan bien se estaba aclimatando en las nuevas tierras americanas.

Son diferentes las uvas blancas que hacen caldos tras un largo y cuidadoso proceso, tales como la ‘Listán’, la ‘Gual’ o el ‘Marmajuelo’, pero como la legendaria Malvasía, no hay ninguna otra. Con los años se desarrolló su cultivo y la elaboración de vinos con una fuerza inusitada. Vinos canarios que apreciaban los navegantes y cuya riqueza varietal posterior del archipiélago llegó con las aportaciones de andaluces, castellanos, gallegos, catalanes, portugueses, franceses y genoveses. Tal es el éxito de su sabor llamó especialmente la atención de los ingleses que lo renombraron con el término ‘Canary’.

La variedad malvasía se encuentra en todo el archipiélago canario, pero triunfa en la Isla Volcánica, Lanzarote. Si no te pilla muy lejos no dejes de visitar el maravilloso paisaje vitivinícola de La Geria donde podrás encontrar el inmenso paisaje repleto de cepas que tan buenos caldos ofrece: clásicos, de colores tostados, con aromas almendrados y ámbar. Para poder el proceso completo de la uva, no sólo puedes visitar el lugar donde empieza todo el proceso, sino también en las cooperativa y los posteriores mercados donde podrás comprarlo o en los mesones canarios de las casas rurales de Lanzarote.

Por la zona, podemos decir que se trata del primer vino europeo del año, ya que cuando el ‘Beaujolais nouveau’ está apurando sus últimos días del mes de noviembre para poder salir al mercado, el caldo canario ya lleva semanas en las cocinas y las bodegas de los auténticos buenos conocedores de vinos.  Se trata de una cuestión de clima: cuando la uva canaria ha pasado todo el proceso para llegar a ser un caldo de tal calidad, cualquier otra francesa o española peninsular ni siquiera se ha vendimiado aún.

Asimismo, su escasa producción y falta de precipitaciones en la isla propician un bajo rendimiento, haciendo de este caldo un auténtico manjar solo para unos pocos catadores de las islas. El viento que embriaga a sus habitantes hace que la vid tenga que ser protegida por una pequeña trinchera de piedra sobre la roca volcánica de a cual florece.

En Lanzarote se elaboran malvasías clásicos, de colores tostados y ámbar, y con aromas almendrados que denotan su elegante tratamiento. Y también se producen con éxito malvasías jóvenes, agradables, ligeros y con un buen equilibrio de alcohol. Por lo general, se habla de malvasía para hacer referencia a la variedad de blancos pero, en verdad, también existe la malvasía tinta, elaborando unos caldos con mucho cuerpo y muy aromáticos.

Un vino tan exquisito que el mismísimo Shakespeare lo mencionó en tres de sus obras: ‘Enrique IV’, ‘Noche de Reyes’ y ‘Las alegres comadres de Windsor’, donde un personaje reconoce que son vinos que “alegran los sentidos y perfuman la sangre”.