Lugares con encanto en Vizcaya

¿Lo echabas de menos? Sabemos que llevamos algún tiempo sin recomendaros una provincia que visitar y hablaros de los rincones que no os podéis perder en ella. No siempre son rincones súper conocidos, porque también en lo pequeño y desconocido está el encanto de muchas de ellas. Por eso hoy, en nuestro cuarto capítulo de “Lugares con encanto en…” nos desplazamos hasta Vizcaya.

Bosque de Osma

¿Quién no ha pintado en sus dibujos de pequeño, un árbol de colores? Pues no íbamos tan desencaminados cuando lo hacíamos porque en este Bosque de Osma, enclavado en la Reserva Natural de Urdaibai, el pintor Agustín Ibarrola ya lo hizo (pero en este caso con los árboles de verdad) entre 1982 y 1985. Desde entonces rayas de diferentes tonos, ojos y flechas protagonizan este bosque. Sin duda, un lugar que no te puedes perder.

 

Bakio

Este pueblo de 2.600 habitantes es uno de los más hermosos para disfrutar al mismo tiempo de la playa y la montaña. Se encuentra en la costa cantábrica y hasta él llegan cada año miles de turistas dispuestos a disfrutar de sus aguas, pero también de su clima, suave en verano y nada comparable con lo que hay en el interior de la península. Aquí se pueden visitar lugares emblemáticos como la Ermita de San Pelayo, una pequeña construcción a las afueras del pueblo, encantadora y acogedora. Muchos de sus hoteles tienen un encanto particular, prueba a hospedarte en el Hotel Restaurante Arimune, la experiencia será inolvidable.

 

Puente Colgante de Portugalete

Se encuentra entre Portugalete y Getxo y lleva formando parte de su paisaje desde 1893. Su construcción sirvió para transportar vehículos y personas desde una orilla del río Nervión a otra por la necesidad de unir ambos lados para que los turistas pudieran acceder a los balnearios que había en los dos pueblos. En su edificación se emplearon centenares de toneladas de hierro para poder levantar un puente de 160 metros de longitud y 60 de altura.  En la actualidad se puede visitar, ascendiendo hasta la parte más alta del puente, desde donde se contemplan estupendas imágenes de ambas localidades, así como el mecanismo de funcionamiento.

Playa de Laga

Se encuentra en el municipio de Ibarranguelúa y probablemente sea una de las playas más hermosas de toda la costa vizcaína. A pesar de no ser muy grande (574 metros de longitud), precisamente su tamaño es el que la convierte en acogedora. Es una de las que mejor se conserva gracias a que la mano del hombre apenas la ha modificado. Aquí sólo se pueden encontrar algunas casitas y un restaurante que está previsto desaparezcan para devolverla a su estado más natural.

Ermita de San Juan de Gaztelugatxe

Se encuentra en un islote perteneciente a la localidad de Bermeo. Aislada y con la inmensidad del mar Cantábrico a sus pies, es probablemente uno de los lugares míticos e imperdibles de Vizcaya. Tras un largo camino de curvas y cuestas, se consigue llegar hasta este lugar mágico cuya leyenda cuenta, hay que tocar la campana tres veces y pedir un deseo. En ella se han encontrado todo tipo de herramientas medievales así como donaciones de marineros que han logrado salvarse de algún naufragio.

Mercadillo Semanal

A pesar de que Bilbao es una gran ciudad, todavía sigue conservando algunos resquicios del pasado y de las antiguas tradiciones. En los pueblos se siguen celebrando, pero en las grandes ciudades, la costumbre se va perdiendo. Hablamos de los mercadillos. Si vas a estar en la ciudad durante algún domingo del año, no te puedes perder el que hay cada domingo en la Plaza Nueva. Casi medio centenar de puestos te ofrecerán todo tipo de productos, desde arte e insignias hasta discos, artículos de coleccionismo o fósiles.