Lugares con encanto en Guadalajara

De vez en cuando nos gusta hablar de provincias en concreto y hacer una pequeña ruta virtual por todo su territorio. Hoy es el turno de Guadalajara. Y es que parece que todas los destinos que se encuentran bordeando Madrid pierden todo su encanto, quedando eclipsadas por la capital. Pues nada de eso. Tanto Ávila, Segovia, Toledo y Guadalajara guardan decenas de rincones que merecen la pena ser recorridos en una escapada. Hoy nos quedamos con la provincia más norteña de Castilla – La Mancha. Recuerda que en una escapada a Gudalajara, puedes elegir cualquiera de los hoteles con encanto de la provincia dónde poder dormir.

Ruta de los pueblos negros

Aunque popularmente éste es su nombre, lo cierto es que oficialmente es la ruta de los pueblos de la arquitectura negra. Son todo un descubrimiento para quienes desconociera su existencia. Se encuentran al norte de la provincia y son pequeñas localidades que no suelen superar los 300 habitantes. De hecho muchos de ellos tan solo tienen vida gracias al turismo. Por muchas fotografías que hayas podido ver de sus calles, siempre acaban por sorprenderte cuando los recorres tú mismo. La tranquilidad que se respira, esa atmósfera a veces incluso tenebrosa (sobre todo si eliges un día nublado), el silencio que reina por sus calles es todo un regalo para quienes buscan algo totalmente diferente. Algunos de los pueblos que merecen podéis visitar son Campillo de Ranas, Campillejo o Majarelrayo.

Entrepeñas, el mar de Castilla

Este embalse, construido en 1956, recibe las aguas principalmente del Tajo, pero también de ríos como Valdetrigo, Barranco Grande o La Solana. Tiene una extensión de 32 kilómetros cuadrados por lo que no es extraño que haya recibido este apodo (mar de Castilla) en la zona. Es frecuente ver a personas sobre todo en temporada primaveral y veraniega navegando con sus propios barcos por sus aguas. Y los que no navegan, se acercan hasta las inmediaciones del pantano a disfrutar de la tranquilidad que transmite este lugar tan apabullante en cuanto a litros y litros de agua se refiere.

Alcázar Real de Guadalajara

De origen árabe, este Alcázar lleva construido desde el siglo IX, aunque posteriormente ha ido sufriendo modificaciones, una de las más importantes la mandada por el rey Felipe V. Aunque actualmente se encuentra en ruinas, es uno de los elementos más significativos de la ciudad y no solo cultural e históricamente, sino también de forma arqueológica. Han sido muchos los proyectos que se han puesto en marcha en su interior con el fin de encontrar restos o incluso construcciones escondidas pertenecientes a la época de la invasión árabe. Es sin duda un lugar que hay que visitar si vas a estar unos días en Guadalajara.

Panteón de Guadalajara

Esta construcción, ostentosa en decoración, aunque no excesivamente grande, fue levantada para albergar en su interior los restos de la familia de la Duquesa de Sevillano, Doña María Diega Desmaissières y Sevillano. S u construcción fue encargada al mismo arquitecto que se encargó de las obras de restauración de la famosa mezquita de Córdoba.  Es uno de los rincones, alejados del casco que merece ser visitado y que por solo 3€ podréis acceder a él. Totalmente recomendable.

Torreón de Alvar Fáñez

 
 
El Cid también tiene parte de su historia en Guadalajara. La puerta de este torreón, según cuenta la historia, fue por la que entró Alvar Fáñez, tras lograr conquistar Guadalajara después de la invasión árabe. Es una torre pequeña y llama la atención que tiene dos pisos, pero no se encuentran comunicados entre sí. Tiene una altura de 14 metros y en la actualidad se puede visitar ya que desde hace algunos años se ha convertido en un importante centro de interpretación. Destacar que desde el año 1921 fue declarado Monumento Nacional.