Cimientos congelados: hoteles de hielo

Por si el frío por sí mismo no fuera suficiente, en Laponia encontramos un hotel 100% de hielo. Desde los vasos hasta la cama y la sala de entrada. Absolutamente todo.
Es posible que solo de pensarlo os entren repelucos, pero tranquilos, a los huéspedes se les dan sacos de dormir con pelaje de reno para dormir plácidamente. Una manera eficaz de resistir la temperatura del recinto, que alcanza los -5ºC. Si esto sigue sin convencerte, no te preocupes, para los menos atrevidos hay otras opciones para dormir, como habitaciones a temperatura normal, hechas de madera, o cabañas adyacentes al hotel de hielo.
El Icehotel se edifica, lógicamente, año tras año. Diseñadores y artistas de la nieve se reúnen a pocos kiómetros del círculo polar ártico y plasman sus increíbles obras heladas. Los trabajos de construcción empiezan en noviembre, y el hotel permanece estable hasta que la nieve desaparece, sobre el mes de abril. Este particular lugar, se complementa con una inusual actividad de los que algunos han sido partícipes: ¡El hotel incluye una iglesia donde se celebran las bodas más frías que podáis imaginar!
Este hotel está rodeado de un paisaje inigualable, puro, tranquilo y de un blanco embriagador. Una privilegiada situación geográfica que permite disfrutar de las auroras boreales y los atardeceres rosados día a día.
Otras instalaciones similares se han creado a partir del Icehotel, situado en  la aldea sueca de Jukkasjärvi. Este es el caso del Hôtel de Glace, situado en Canadá. Fabricada totalmente de nieve y hielo, sus paredes paredes están recubiertas de obras de arte. Entre sus instalaciones destacan numerosas habitaciones y suites temáticas, salones de exposiciones, un cine, una magnífica capilla, y un gran salón de recepciones. En este caso, su duración es más corta, ya que en a penas 5 meses, el hotel empieza a derretirse y queda inhabilitado. 11.000 toneladas de nieve y 350 toneladas de hielo que en pocas semanas dejan de tener forma y sentido.