Gastronomía navideña: irresistible

Hace unos días recibí el siguiente mensaje:

COMUNICADO

Por medio del presente, se les informa que, a partir del día de hoy (20 de diciembre), estaremos ausentes tomando un muy merecido descanso, para regresar con ustedes el 7 de enero de 2013. Les deseamos felices fiestas, deseando para ustedes y sus familias lo mejor para el próximo año.

Atentamente,

La lechuga, el pan integral, la verdura, la fruta, la leche desnatada, el pescado, el pepino, el apio, la col y el yogur.

P.D. En nuestra ausencia, los atenderán con el mismo gusto de siempre el solomillo, los langostinos, el pan francés, la mantequilla, las salsas, el pavo, la pierna de cordero, las galletitas, los turrones, las truchas y algún que otro traguito. Gracias por su atención, feliz Navidad.

Es llegar la Navidad y nos ‘desmelenamos’. Pero son tantos (y tan deliciosos) los platos propios de estas fechas, que cualquiera se resiste.  Hace unos años, la gastronomía tradicional navideña consistía en platos humildes y en una presencia importante de los dulces. Y, aunque hay cosas que se mantienen, en la actualidad, las comidas y cenas familiares (Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo, Reyes…) terminan siendo bastante abundantes.

Es posible que tu ropa empiece a notar los excesos navideños (y eso que aún quedan eventos para unos días), pero echa un ojo a los platos que recogemos a continuación y dinos si tú eres capaz de decir: “No, gracias, yo con un poco de pescado hervido tengo suficiente”.

Además de una copiosa selección de entrantes, en la que podemos encontrar quesos, jamón, lomo, patés y demás aperitivos, un poquito de marisco (gambas, cigalas, langostinos, carabineros, nécoras…), es habitual encontrar unos suculentos segundos platos pasados por el horno. ¿Ejemplos? Todos los que quieras: cochinillo, pularda, pavo, capón, cordero, besugo, lubina, dorada…

En Galicia, es habitual tomar bacalao con coliflor en la cena de Nochebuena. Pero no se trata de la única región con platos específicos en estas fechas. El día de Navidad, en Cataluña es común la escudella i carn d’olla, uno de los platos más antiguos de la cocina catalana, como primer plato (un cocido en el que encontrarás butifarra blanca y negra, carne de cerdo, ternera, gallina, tocino, garbanzos, patatas y zanahoria, entre otros ingredientes). Y de segundo, pularda o pavo relleno y asado.

Además de estos platos generosos, es tradición disponer gran variedad de dulces en la mesa, por lo que los golosos tampoco encuentran escapatoria en estas fechas: al turrón blando (o de Jijona) y duro (o de Alicante) le han salido competidores, por lo que no deberías extrañarte si encuentras turrón de arroz con leche o de chocolate blanco y fresas. A estos, hay que añadir polvorones, mazapanes, alfajores, dátiles, orejones, pasas… Y, cómo no, el chocolate con churros para empezar el año (en la madrugada o mañana del 1 de enero) y el tradicional Roscón de Reyes del día 6.

Es muy probable que la báscula nos tire de las orejas en unos días, pero si el apio nos ha pedido unas vacaciones, tendremos que ser considerados, ¿no? ¡Buen provecho!