Disfruta de un fin de semana entre viñedos

Los expertos en el cultivo de la vid sabrán que febrero es uno de los meses propicios para la poda. Se trata de un cultivo delicado, por lo que esta operación es fundamental para evitar la formación de cultivos intrincados, regular la producción, dar consistencia a la cepa y facilitar las labores de labrado del suelo.

Aprovecha este fin de semana para una estancia entre viñedos, son varias las casas rurales que cuentan con tal privilegio. Aunque veas cepas desnudas y sin hojas, que parece que quisieran dormir hasta la llegada de la primavera, es una época clave para el éxito posterior.

En la poda se decide qué yemas se conservan para que nazcan nuevos sarmientos. Si se deja un número excesivo de yemas, se produce más uva de la que la planta será capaz de atender (habrá mucha uva, pero de escasa calidad, y la planta se resentirá  en las producciones de los años siguientes). Si se dejan pocas yemas, al necesitar poca energía para mantener los sarmientos, la vid desperdiciará su capacidad haciendo la cepa más gruesa y con demasiada hoja (puede ser una decisión estratégica, después de una sequía o cuando la planta debe descansar tras un año difícil, pero resulta poco productivo y caro, ya que el gasto destinado a su mantenimiento es el mismo). Por ello, es importante encontrar el equilibrio.

Apartamentos Lekuona (Uruñuela, La Rioja). En un mar de viñas junto al Camino de Santiago se encuentra esta localidad, perfecta para realizar rutas de senderismo, conocer La Rioja, su historia o sus bodegas y, por supuesto, disfrutar de una fabulosa gastronomía.

La Venta de las Estrellas (Valdepeñas, Ciudad Real). Ofrece magníficas vistas a la llanura manchega y numerosas actividades vinculadas al vino: visitas guiadas y comidas en la bodega, visitas guiadas a los viñedos, cursos de catas… Esta zona es, además, un excelente punto de partida para la ruta de don Quijote.

Cal Ruget Biohotel (Vilobí del Penedès, Barcelona). Las viñas y las tierras de cultivo y las montañas de Montserrat aportan un valor adicional a este  tranquilo rincón en el que el bienestar se basa en la cercanía y la personalización, y no en lo lujos materiales. Cuenta con una pequeña bodega, en la que podrás saborear los vinos y cavas que afaman la Denominación de Origen Penedès.

Casas Bodega Regantio (Arcos de la Frontera, Cádiz). Pone a tu disposición cursos de cata, paseos por la finca, pesca en el pantano de Bornos, visitas a los pueblos cercanos de la Sierra de Cádiz y un largo etcétera.

Cal Cabrer (Sant Jaume dels Domenys, Tarragona). Disfrutarás de agradables conversaciones en su salón con chimenea y de hermosas vistas a los viñedos del Baix Penedés. Ofrece, además, interesantes experiencias a sus huéspedes, como la poda o la vendimia (según corresponda), y labores en su huerto, a pocos metros de la casa: plantar, cultivar, abonar, cosechar, ¡y degustar!

La Navarra Vieja (Villarrobledo, Albacete). Entre viñas y pinares se encuentra esta casa provista de bodega propia, que ofrece todo tipo de actividades relacionadas con el turismo enológico, como visitas al viñedo en quads, además de otras muchas posibilidades: paseos en coche de caballos, senderismo, ruta de don Quijote…

Pazo de Galegos (Vedra, A Coruña). En lo alto del Valle del Ulla, ofrece agradables paseos entre viñas, camelias y magnolias. También podrás realizar visitas a la bodega, con Denominación de Origen Rías Baixas, en la que degustar y descubrir varios detalles sobre la elaboración del vino. Aprovecha la proximidad a Santiago de Compostela para perderte por sus calles, visitar la catedral, etcétera.

Para conocer estas y otras casas rurales y las distintas ofertas y experiencias que promueven, pincha aquí.