Descubriendo el País Vasco: hayedos y sierras

Hoy nos apetece dar una vuelta por el País Vasco. Porque esta región no solo son pintxos o playa. También es montaña. También son valles. También son prados. Y precisamente por esta razón vamos a hacer parada en dos lugares mágicos que a cualquiera le perderían. No nos hacemos responsables si una vez vistas estas fotografías, quieras planificar tu próxima escapada al norte de España. Veamos, pues.

Sierra Salvada

Situada ente Burgos y Álava, es un paisaje que no dista mucho del que nos imaginamos del País Vasco, pero aun así goza de un encanto insuperable. Valles y montañas donde los ojos se pierden en un mar verde. Además es un lugar muy rico tanto en vegetación como por la fauna que habita en él. Destacar anfibios como el sapo partero común y las ranas bermejas o verdes, o aves como la cigüeña blanca, el zampullín común o el milano real.  Y quienes busquen animales más grandes y vistosos, al loro porque los zorros, lobos, jabalís y ciervos suelen frecuentar este lugar.

Importante es mencionar la gran cantidad de hayas y robles que pueblan este terreno. Inmensos bosques de árboles centenarios se encargan de dotar el entorno de una atmósfera pura y limpia con ese halo de misterio que estas arboledas son capaces de ofrecer.
Aunque ahora las nuevas vías de comunicación permiten sortear accidentes geográficos como este, en los siglos XVI y XVIII era una importante vía para el comercio entre Castilla y el Cantábrico.

Hayedo de Otzarreta

Y la segunda parada en nuestro recorrido la hacemos en un lugar que para mí era totalmente desconocido y que precisamente por eso me ha sorprendido sobremanera. Se trata del Hayedo de Otzarreta. Desconocido para gran parte de los que no somos de allí, nunca habrías pensado antes que en España podrías encontrar lugares como estos. Pare empezar, lo ubicaremos en el mapa. Se trata de un bosque de hayas situado en el Parque Natural de Gorbea. A pesar de que estos árboles son utilizados para la obtención de leña, la tala progresiva y cuidadosa ha hecho que este entorno no sufra ningún tipo de pérdida arbolea, haciendo al mismo tiempo que su conservación sea lo más escrupulosa posible.

Por las imágenes que ofrece, es frecuente ver a aficionados a la fotografía retratando cada esquina, cada rincón, cada árbol. Y no es para menos. ¿A quién no le apetecería entrar ahí y perderse durante todo un día?
Prepárate una escapada al País Vasco. Todos serán buenas experiencias y recuerdos inmejorables. Estos son tan solo dos pequeños ejemplos de lo que esta región esconde. ¿Te vienes?
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