Cuevas de Cantabria

Recientemente se anunciaba que la Cueva de Altamira volverá a abrirse a los visitantes. Una buena oportunidad para hacer un recorrido por todas las cuevas cántabras que son Patrimonio de la Humanidad.
Quienes hacen turismo rural por Cantabria saben que una de las visitas imprescindibles es la Cueva de Altamira (Santillana del Mar). Sus famosas pinturas de bisontes, caballos, ciervos… datan de hace 15.000 años y son consideradas la «Capilla Sixtina del arte rupestre». Por algo se reconocieron como Patrimonio de la Humanidad en 1985 y se creó una Neocueva que permitiera su conocimiento sin dañar las originales.

Gracias a estos cuidados Altamira volverá a abrir sus puertas al viajero en unos meses, aunque todavía no se sabe en qué condiciones. De cualquier forma es una buena noticia, que aprovechamos para recomendar un viaje por todas las cuevas de Cantabria que son Patrimonio de la Humanidad. Además de la ya citada, esta pequeña comunidad autónoma cuenta con otras nueve cavidades de larga e interesante historia.
El conjunto más destacado quizá lo formen las del Monte Castillo: la Cueva El Castillo, Las Monedas, La Pasiega y Las Chimeneas. Situadas en el entorno de Puente Viesgo, sólo las dos primeras son visitables. En ellas se pueden ver representaciones de mamuts, cabras, uros, ciervos, manos como referencia al hombre, monedas… Y su descubrimiento ha permitido acercarse a lo que fue la vida hace 150.000 años.

Algo posteriores son las pinturas que alberga Chufín, en la población de Riclones-Rionansa, en el valle de Nansa. A esta cueva también se puede acceder a través de visitas guiadas que permiten disfrutar de los grabados que dejó el hombre prehistórico en el vestíbulo de la cueva. Aunque las obras más interesantes se encuentran en el interior: más grabados y pinturas en tonos rojizos.

El siguiente punto a visitar es San Felices de Buelna, donde se ubica Hornos de la Peña, que está temporalmente cerrada al público. Una cavidad ocupada por los últimos neandentales y los primeros homo sapiens, que cuenta con un interesante conjunto de grabados, dedicados a ciervos, bisontes, uros, cabras, etc.
Sin embargo, el mayor número de representaciones rupestres se encuentra en Covalanas (cerca de Ramales de la Victoria), con una especie de «rebaño rojizo» formado por varias ciervas, un ciervo, un caballo, un uro y una figura sin identificar.
Tras su recorrido, todavía quedan por conocer las cuevas de El Pendo y La Garma. La primera, localizada en Barrio El Churi-Escobedo de Camargo, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Cantabria, pues ha permitido la investigación de los asentamientos humanos desde el hombre de Neandertal (entre 84.000 y 35.000 años atrás). Aquí no sólo hay bellas pinturas, sino también piezas ornamentales y ejemplos de arte mueble.

Mientras, La Garma (ubicada en el monte del mismo nombre, en el municipio de Omoño) aún está en proceso de catalogación y documentación, por su complejidad.