Algas, un tesoro submarino
Cuando paseamos por la playa y tropezamos con algunos restos de algas, muchas veces nos quejamos por su presencia y por la suciedad que muestran estas plantas, desconocedores lo importantes que son para el medio marino y para nosotros.
Nos sorprendería conocer las cantidades de especies que existen y para las aplicaciones que las utilizamos, en terrenos tan diversos como el agrícola, industrial, alimenticio, terapéutico e incluso el decorativo.
Las algas constituyen la mayor vegetación de la flora marina, existiendo más de veinte mil variedades en los océanos.
Un kilo de algas en polvo contiene tanto yodo como 10.000 litros de agua marina.
Este tipo de planta submarina, concentran en más de 500 veces los elementos esenciales de la vida: sales minerales, magnesio, calcio, potasio y vitaminas.
Estos oligoelementos son importantes para combatir enfermedades como el reuma, la obesidad o la insuficiencia tiroidea. También por su concentrado vitamínico ayuda a mejorar el sistema nervioso, ya que los principios activos que se depositan en la piel, estimulan las terminaciones del sistema nervioso, además de aliviarnos del estrés.
El color de las algas es una de las primeras claves para identificarlas, las aguas que rodean la Península, cuentan entre sus fondos con tres tipos de algas diferenciadas por el color verde, el pardo y el rojo.
De las algas rojas se obtiene el carragen y el agar, productos utilizados en la industria farmacéutica y alimenticia. Si se lavan y blanquean al sol, pueden tomarse en una infusión que ayudará al tratamiento de ulceras, trastornos estomacales y catarros.
El grupo de algas verdes posee un alto nivel en vitaminas A, B, C, D, E, F y K así como, calcio, hierro, potasio ó magnesio entre otros componentes, de los cuales se utilizan sus alginatos para tónicos, cremas y lociones limpiadoras y exfoliantes.
Este tipo de algas poseen aminoácidos que son los responsables de mantener la firmeza y elasticidad cutánea que nuestra piel se merece. El trabajo en la hidratación celular previene su degradación y ayudan en procesos curativos.
La posesión de tantas propiedades positivas al aplicarlas sobre nuestro cuerpo, ha hecho que se apunten a su consumo muchos centros estéticos y balnearios para ofrecérselo a sus clientes.
Si quieres conocer de tu propia mano los efectos que las algas pueden causar en tu cuerpo, puedes hacer una escapada a un hotel con spa y descubrir cómo tu sistema nervioso se relaja y tu piel carga las pilas para continuar con el día a día.