Al-Andalus: Tras las huellas del reino nazarí
Entre Jaén, Granada, Málaga y Córdoba encontramos los últimos vestigios de la frontera de Al-Andalus, que ofrecen al visitante extraordinarios parajes naturales, interesantes conjuntos monumentales y un enorme herencia histórica y cultural.
Al oeste de la capital granadina, en el paso entre los valles del Guadalquivir y del Genil, se yergue un conjunto de serranías e inhóspitas montañas donde se unen las provincias de Jaén, Granada, Málaga y Córdoba. Desde las cumbres de las sierras de la Horconera, Parapanda, Las Chanzas y Alta Coloma, al norte, hasta el parque natural de las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, al sur, un horizonte de inalcanzables lomas y olivares simétricos esconde varios de los conjuntos monumentales que hacen memoria permanente de aquella cremallera fortificada que sellaba los caminos hacia la Granada nazarí: la última frontera de Al-Andalus.
Es el llamado Poniente Granadino, la frontera entre el reino nazarí de Granada y los territorios cristianos: su caída fue la llave para la toma de la ciudad por los Reyes Católicos en 1492. Alhama de Granada, Loja, Montefrío, Iznájar y Alcalá la Real son algunos de los núcleos más importantes de esa ruta.
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