Además de cerezos
En torno a San José el cacereño Valle del Jerte se viste de blanco. Es el momento de la floración del millón de cerezos que dan vida y color a estas tierras. Y cuando sus casas rurales cuelgan el cartel de «sin plazas». Este año, debido al frío, la nieve y las lluvias invernales, la floración se ha retrasado y lo mejor llegará en estos próximos días. Sin embargo, no hay que olvidarse que todas las épocas del año tienen aquí un atractivo especial.
El pasado Puente de San José se celebraba en el Valle del Jerte (Cáceres) la Fiesta del Cerezo en Flor, declarada de Interés Turístico Nacional. En ella han participado vecinos de Navaconcejo, Barrado, Tornavacas, Jerte… y miles de visitantes que se han acercado a la zona para verla con sus mejores galas, la que muestran sus frutales más famosos.
Sin embargo, este año, el frío del invierno ha hecho que la floración se haya retrasado y que sea dentro de unos días cuando las blancas y esponjosas flores del cerezo vuelvan a atraer las miradas de todos los que llegan hasta aquí. Viajeros que han llenado (este puente) y llenarán en Semana Santa los numerosos alojamientos rurales que abren sus puertas en todos los pueblos del valle: Barrado, Cabezuela del Valle, Cabrero, Las Casas del Castañar, Jerte, Navaconcejo, Piornal, Rebollar, Tornavacas, El Torno y Valdastillas.
Y lo harán porque la floración de los cerezos en el Valle del Jerte es todo un espectáculo. Aunque también hay que decir que esta comarca del norte de Cáceres puede presumir de otros muchos atractivos, a descubrir no sólo en primavera, sino también en verano, en otoño y en invierno.
Durante todo el año se puede pasear por las calles de pequeños pueblos que conservan su arquitectura tradicional, como Jerte, además de hacer rutas de montaña, como el Camino Real entre Navaconcejo y Piornal, recorridos históricos como el de Carlos V (el que siguió el emperador, entre Tornavacas y Jarandilla de la Vera, para su retiro en el Monasterio de Yuste) o itinerarios por espacios naturales como la Reserva de la Garganta de los Infiernos.
Precisamente, las pozas que se forman en ésta y otras gargantas de la zona son una buena propuesta para el baño del verano, al igual que las piscinas naturales del río Jerte, en varios de sus municipios. Mientras, para el otoño se puede dejar el disfrute de los bosques de robles y castaños que pueblan las montañas del valle. De hecho, el mejor castañar de Extremadura se encuentra precisamente aquí, en torno a la carretera del Puerto de Honduras, que une la comarca con la del Valle del Ambroz. Y durante el invierno… qué mejor que disfrutar de los paisajes nevados de estas estribaciones de la Sierra de Gredos y de la tranquilidad y calidez de sus pueblos.
Más información:
Localización: El Valle del Jerte se encuentra en el norte de Cáceres, entre Plasencia y Tornavacas, poblaciones que une la N-110. Esta vía atraviesa toda la comarca.
Información: Turismo del Valle del Jerte
Alojamientos: Casas rurales de Cáceres