5 Basílicas impresionantes en Vizcaya

Las basílicas son templos católicos de especial relevancia eclesiástica, con unas características arquitectónicas impresionantes y suelen ser uno de los principales atractivos de las ciudades donde se encuentran, tanto a nivel espiritual como turístico.

Para un templo alcanzar el título de basílica, debe cumplir ciertos requisitos, entre ellos tiene que ser de regio esplendor, erigido con un destacado perfil; debe ser santuario para una amplia comunidad de devotos que acuden a él, conservar algún tesoro especial y sagrado, ofreciendo culto constante al Señor, a la Virgen y al Santo que venera.

Aparte de lo mencionado, una basílica debe ser ejemplo para los demás templos que componen la diócesis a la que pertenece, promover el estudio bíblico, así como la divulgación de documentos con los que propone el magisterio del Sumo Pontífice.

Vizcaya es sede de templos de gran relevancia histórica, de los cuales destacaré cinco que sin dudas despertarán tu curiosidad y probablemente te motiven a reservar en uno de los hoteles con encanto de esta emblemática provincia, para embarcarte en un recorrido de gran interés cultural, arquitectónico y espiritual.

Conoce las basílicas de Vizcaya

Caminar por las calles de Vizcaya es un peregrinaje sin desperdicio, donde puedes apreciar desde su arte, gastronomía, monumentos, costumbres típicas, hasta su impresionante arquitectura; ejemplo de ello son sus templos religiosos. Te invito a detenerte en los que te describo a continuación.

Basílica de Santa María de Portugalete

Este templo de estilo gótico-renacentista es considerado, actualmente, Monumento Nacional. Su construcción inició en el año 1480 y culminó en la segunda mitad del siguiente siglo.

Su exterior exhibe dos gárgolas medievales, sobres sus contrafuertes, que representan animales fantásticos y la fachada principal está situada bajo la torre-campanario, que sirve de pórtico. En su interior destaca el retablo mayor, un notable ejemplo del renacentismo vasco.

La basílica alberga, además, seis capillas y un Museo Parroquial, que contiene obras de orfebrería litúrgica, entre las que se encuentran la antigua imagen de la Piedad, un juego de crismeras y cáliz de finales del siglo XVI, una custodia barroca de plata sobredorada, entre otros ornamentos que han sido donados por países de Centro y Sudamérica.

Si te apetece sacarle el mayor provecho a tu visita por Vizcaya, te sugiero alojarte en el hotel Errota-Barri, un antiguo caserío-molino, totalmente reformado, de amplios espacios y cuidada decoración, rodeado de campos y montes, lo que lo convierte en un lugar ideal para pasar unos días alejado del bullicio y el estrés de la rutina.

Basílica de Begoña

Esta Basílica es el Santuario de la Madre de Dios de Begoña, patrona de Vizcaya y constituye uno de los grandes símbolos de la ciudad. Se erigió sobre una antigua ermita, donde según la tradición se apareció la Virgen.

Su construcción data de la primera década del siglo XVI, fue obra del arquitecto Sancho Martínez de Asego y la torre fue diseñada por Martín de Garita. Es un edificio de hermosa traza gótica, con una portada de estilo renacentista y un gran arco triunfal.

En el interior de la basílica destaca el Altar Mayor, que posee un retablo neoclásico, donde se encuentra el Camarín de la Virgen. Posee un reloj carrillón que consta de 24 campanas y puede efectuar 7 melodías.

Para disfrutar la máximo tu estancia te recomendamos alojarte en uno de estos hoteles con encanto en Vizcaya. 

Basílica de la Asunción de Nuestra Señora

Este templo está ubicado en la localidad de Lequeitio y fue construido en la segunda mitad del siglo XV, en reemplazo de un edificio antiguo, al que se le añadieron elementos importantes como la torre y la girola.

La Basílica de la Asunción de Nuestra Señora destaca por su construcción de estilo gótico, la escultura de su fachada occidental y su impresionante mobiliario, del que sobresale el Retablo Mayor.

Su estratégica ubicación la sitúa en un extremo del casco urbano, otorgándole un protagonismo en el paisaje de la villa por su tamaño y orientación geográfica, justo en el centro del arco que describe la bahía a orillas del Cantábrico.

Basílica de la Purísima Concepción (Elorrio)

En principio este templo fue diseñado en estilo gótico, en el año 1459, pero debido a la lentitud de los trabajos, evolucionó hacia el renacentismo, por tanto mezcla las dos corrientes, dando como resultado una edificación gótico-renacentista que se inauguró en el año 1506.

Su construcción estuvo motivada por la lejanía de la parroquia de San Agustín de Etxebarría, ubicada en el valle de Elorrio y de la cual quería independizarse la villa. Originalmente llevaba el nombre de Santa María y fue consagrada Basílica en el año 1959.

En medio del altar, dentro del relicario de plata se conservan los restos de San Valentín de Berriotxoa, quien fue un misionero dominico español, considerado segundo patrón de Vizcaya y de la diócesis de Bilbao.

Basílica de Santa María de Urríbarri

Esta basílica es una de las obras más impresionantes del País Vasco, ostenta la categoría de Monumento Nacional y fue construida en el siglo XVI con un estilo gótico-renacentista, siendo sometida posteriormente a una profunda reforma en el siglo XVII, dando como resultado la edificación actual que mezcla la arquitectura original con un estilo clasicista-barroco.

El interior de este templo merece una visita detenida, pues en él se aprecia un magnífico retablo del Altar Mayor de estilo romanista y en su hornacina central la talla gótica tardía de Andra Mari de Urríbarri, patrona de Durango y como elemento original más antiguo destaca el Coro de estilo Reyes Católicos.

Está ubicada en le casco antiguo y posee un espectacular pórtico de madera, el mayor de Euskadi. La estructura del techo es de madera y el pórtico se encuentra sostenido por once pilas, nueve pilastras y los muros del templo.

Si aún no sabes cuándo es el momento ideal para realizar este interesante recorrido, te recuerdo que ya casi es Semana Santa y sería una fecha ideal para aprovechar las actividades litúrgicas propias de la época. ¿Te atreves a empezar desde ya?