Una vez más ha sido un placer hospedarnos en los apartamentos de Zentral Club. La primera vez que fuimos fue buscando alojamiento que admitiese mascota. Nos encontramos con un turismo rural diferente, la decoración está al detalle, todo relacionado con la energía (positiva, sin duda alguna) de la antigua central hidroeléctrica. Algo apartado del pueblo y junto al río, invita a tumbarte en esas cómodas hamacas colgadas de los tilos. Con este escenario es normal que las barbacoas y la sidra tengan un sabor especial. El enclave del pueblo es magnífico para desplazarte a la bella costa o adentrarte en la grandeza de las montañas de Somiedo. Gracias por todo, Ismael. Volveremos.